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El portavoz de UPCM, Joan Triay aseguró el domingo, a través de una carta remitida a este diario, que el objetivo de la sentada en el bar Sa Xarxa de Ciutadella, del sábado en protesta por la retirada de la terraza, «no era otro que imponer a unos vecinos, en contra de su voluntad, la ocupación por parte de determinado establecimiento situado a menos de cinco metros de sus domicilios».

Triay considera que «el mismo derecho que tienen quienes explotan bares a decidir lo que ponen en sus fachadas, tienen los vecinos a decidir qué se pone o deja de poner delante de las suyas».

En este sentido, enfatiza que «los bares no deben decidir o imponer lo que se pone o deja de poner delante de las fachadas de los vecinos», garantizando así «la igualdad de derechos».

Triay recuerda que la ordenanza fue modificada (sin ningún voto en contra) para que si un bar quería tener una terraza frente a la fachada de un vecinos debe tener la autorización de éste, tal y como se había hecho siempre en Ciutadella, ya que UPCM «no está en contra de las terrazas, sino a favor de que estén reguladas y haya un equilibrio entre los derechos de profesionales y de vecinos», porque -recuerda Triay- «los vecinos también tienen sus derechos».