La presidenta del Consell, Maite Salord, acompañada por los consellers, visitaron ayer las instalaciones para conocer de primera mano su estado | Javier Coll

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El vertedero insular de Milà está a diez días del colapso. La situación de emergencia que padecen las instalaciones es cada vez más acusada puesto que el cierre temporal del vertedero se agrava a causa de una generación de residuos muy superior en temporada de verano.

El traslado de basura a la planta mallorquina de Son Reus se está completando con el acopio de residuos en una plataforma de almacenamiento temporal, ubicada en la fase uno de ampliación de Milà II. Y está prácticamente al límite. Este punto de almacenaje tiene el objetivo de reducir el elevado coste que supone transportar el material a la planta de valorización energética de Mallorca. No obstante, a esta plataforma tan solo le quedan diez días para colmar la capacidad máxima permitida.

Aunque el tiempo apremia, el Consorci de Residus Urbans i Energia de Menorca estima que en este tiempo ya se habrán concluido las obras de reparación de la celda que sufre anomalías y por tanto, se acabaría, de forma temporal, el problema de espacio para el almacenamiento. El período de finalización de estas obras está previsto para finales de mes y será, según confirmó ayer el conseller de Medio Ambiente, Javier Ares, el momento en que se deje de enviar basura a Mallorca. Se envían dos plataformas diarias de 25 toneladas cada una.

No obstante, la puesta en funcionamiento de la celda en cuestión, la denominada E, tiene una capacidad finita y solo resulta una solución a corto plazo. Y es que, tal como señalaron las técnicos del Consorci de Residus Urbans i Energia de Menorca, Catalina Pascual y Eva Yáñez, la capacidad de esta punto de acopio gira en torno a los diez meses, período en que urge una solución para que se repare otra de las celdas, la III, clausurada.

Cabe indicar que la reparación de esta celda E ha sido asumida por la empresa constructora, al estar aún dentro del plazo de garantía. La otra, pendiente de reparación, se incluye como obra a ejecutar por el nuevo gestor de las instalaciones.

Ares indicó que «la idea es normalizar la situación y garantizar un futuro para la planta evitando un sobrecoste». Es por ello que «es muy importante» que se «cumpla el plazo de obra de fin de mes».

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