El obispo se ha despedido de los fieles en la Catedral | David Arquimbau

TW
0

El obispo electo de Lleida y administrador diocesano de Menorca, Salvador Giménez Valls (Muro de Alcoy, Alicante, 1948) se ha despedido este sábado de los fieles de Menorca en el transcurso de la misa de clausura del 50 aniversario de Caritas Diocesana de Menorca.

La eucaristía, oficiada en la Catedral de Ciutadella, ha sido concelebrada por el obispo de Mallorca, Xavier Salinas, que se ha desplazado a Menorca para participar en este acto, al que han asistido numerosos fieles clero diocesano, comunidades de vida consagrada, colectivos y entidades vinculadas al obispado. Ha agradecido los apoyos recibidos a «sacerdotes, diáconos, personas consagradas, seminaristas y laicos». «Siempre estará la diócesis y Menorca en mis recuerdos y en mis oraciones», ha subrayado. Salvador Giménez -administrador apostólico de Menorca desde septiembre de 2008 y titular de esta sede episcopal desde julio de 2009- tomará posesión como nuevo obispo de Lérida el domingo 20 de septiembre, a las 17 horas.

«Han sido seis años de obispo con y para vosotros, o siete si contamos el tiempo de administrador apostólico», ha afirmado el obispo Salvador. Ha calificado este periodo de «relativamente corto» si se contempla «la larga y rica vida de la diócesis".

«En estos momentos -ha añadido- cuando miro mi pasado reciente me da la impresión de ser un ave de paso que se ha aprovechado del alimento y de la cosecha que otros han sembrado y cultivado, y de la misma compañía de la comunidad diocesana, permanente referencia de la vida de fe, esperanza y caridad».

El 16 de septiembre Salvador Giménez se reunirá con los presbíteros menorquines para dejar preparada las actividades del curso 2015-2016, de acuerdo con los objetivos diocesanos y las indicaciones del Consejo de Presbiterio y del Consejo Pastoral. En esta reunión se despedirá de los presbíteros y diáconos.

El Papa Francisco nombró el 28 de julio a Salvador Giménez Valls nuevo obispo de Lérida tras aceptar la renuncia de Joan Piris, que había presentado su renuncia al haber cumplido los 75 años, tal como determina el Código de Derecho Canónico.