Manel Triay Román trabaja en un hotel | M.T.

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Si se hiciera una estadística sobre los destinos elegidos por los menorquines que se embarcan en la aventura de vivir en el extranjero y que ya han aparecido en esta sección, Inglaterra estaría probablemente en el número uno de la lista. Y con destino hacia ese país partió hace ahora algo más de dos años Manel Triay Román (Ciutadella,1988), un joven que decidió abandonar su isla natal principalmente por cuestiones laborales: «debido a la situación de desempleo que había y sigue habiendo», nos relata desde el hotel en el que trabaja en una pequeña localidad a 50 kilómetros de Birmingham. Tras un breve paréntesis de unos meses en los que regresó a casa para coger fuerzas, Triay sigue labrándose día a día su futuro lejos de los suyos.

Como tantos otros menorquines, la crisis económica y el deseo de aprender inglés fue lo que le llevó a hacer las maletas rumbo al Reino Unido. ¿Cómo tomó la decisión de marcharse?
— Pues siempre me había interesado mucho el tema de los idiomas, aunque nunca había empezado a aprender en serio. Solo sabía un poco de inglés gracias a los estudios de hace años en el colegio. Alcanzado un momento determinado de mi vida llegué a la conclusión de que la mejor manera para poder aprenderlo era marcharme a otro país. Y mucho más con el tema de la crisis que se estaba viviendo entonces. Vi que en España, al menos a corto plazo, no había un gran futuro en cuanto al tema laboral. Por lo tanto era la opción mas acertada salir del país e intentar trabajar en otro lugar y al mismo tiempo aprender esa lengua.

En su caso, puso rumbo a la zona de Stratford-upon-Avon, la cuna de William Shakespeare. Supongo que no podría haber elegido mejor lugar para perfeccionar el inglés...
— Para ser sincero estoy contento de que fuese aquí. He de reconocer que además es un sitio muy bonito y tranquilo, muy de mi agrado.

¿Cómo fue el proceso de adaptación? ¿Se fue con contactos laborales o a la aventura? ¿Le resultó difícil encontrar su primer trabajo?
— Al principio fue algo complicado porque era un trabajo totalmente nuevo y desconocido para mí, y no dominaba el idioma demasiado bien todavía; pero poco a poco me fui acostumbrando. Aunque ahora ya no hago el mismo trabajo que cuando llegue hace dos años, y las cosas han cambiado. La verdad es que no elegí yo el destino, contraté a una agencia de colocación. Ellos me buscaron un trabajo y salió precisamente aquí, en Stratford. Entonces me vine para acá y empecé a trabajar.

Con todo, en los más de dos años que lleva en Reino Unido hizo un parón y puso rumbo a Menorca otra vez. ¿Pensó que la situación había mejorado en la Isla? ¿Por qué decidió regresar de nuevo a Reino Unido?
— Sí, estuve ocho meses aquí en Inglaterra y después deje el trabajo para volver a Menorca un tiempo. No lo hice con la intención de buscar trabajo en España, simplemente me cansé de la ocupación que tenía aquí en Inglaterra, que no era muy de mi agrado, de camarero. Y volví a Menorca para hacer un pequeño paréntesis, pero siempre con la intención de regresar a Inglaterra otra vez sin que transcurriera mucho tiempo para buscar un nuevo empleo.

Ahora está trabajando en un hotel de la zona. ¿Asentarse en un lugar tan turístico facilita la búsqueda de empleo?
— Siempre hay mas opciones de encontrar trabajo en lugares de interés turístico; hay más mercado laboral que en otros sitios.

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¿Tenía ya experiencia en labores de jardinería y mantenimiento?
— Sí, un poco sí que tenía, debido a que en Menorca años atrás ya estuve trabajando para una empresa donde desempeñaba trabajos forestales, por lo tanto algo me manejaba en cuanto a utilización de cierta maquinaria.

También trabaja como portero de noche varios días por semana....
— Sí, trabajo dos días a la semana de portero de noche, con un horario entre las 11 de la noche y las 7 de la mañana. Es un trabajo que me gusta porque puedo estar por mi cuenta.

¿Cómo ha sido la integración en su ciudad? ¿Le ayudó el hecho de tener alojamiento en el hotel en el que trabaja?
— Ha sido buena, es un lugar pequeño y cómodo para moverse y tiene de todo. El tener alojamiento me es algo que me viene muy bien, porque solo pago una pequeña parte del sueldo. Y así puedo ahorrar bastante.

Como comentábamos antes, Stratford-upon-Avon es una ciudad muy turística. ¿Le queda tiempo para recorrerla? ¿Qué lugares recomendaría?
— Sí, siempre hay tiempo para hacer una escapada por la ciudad, al no ser muy grande es fácil de recorrer. Yo recomendaría visitar el museo de Shakespeare, que también enlaza con la casa donde vivió el famoso y mítico escritor inglés, la cual se mantiene como hace 400 años. Es un lugar muy interesante para visitar. También hay un teatro muy famoso en la ciudad donde diariamente se hacen funciones relacionadas con William Shakespeare.

Después de dos años trabajando en Reino Unido, ¿qué balance hace? ¿Le ha compensado dejar Menorca?
— La verdad es que puedo decir que viajar ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida. He conocido un país con unas costumbres y una cultura algo diferente a España. He aprendido a fondo un nuevo idioma, cuyo conocimiento antes de salir de Menorca era bastante deficiente, aunque lo puedo mejorar muchísimo todavía. Ahora ya me desenvuelvo con bastante soltura. He conocido gente nueva, y lo mas importante, y para mí principal, es que aquí puedo disfrutar de un empleo que en España sería casi imposible obtener en estos tiempos de crisis económica que corren en nuestras tierras.

¿Cuáles son su planes a corto plazo?
— De momento, seguir aquí trabajando en Gran Bretaña tanto como pueda y dentro de unos años quizás probar suerte en otro país de otro continente. Pero de momento, me quiero quedar aquí, cuando uno está bien en un sitio es mejor hacer perdurar la estancia lo máximo posible.