El faro de Sa Farola, que se empezó a construir en 1861, es considerado punto de interés turístico y forma parte de la quinta etapa del Camí de Cavalls | Josep Bagur Torres

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Finalmente, el faro de Sa Farola de Ciutadella no se transformará en un hotel. El interés mostrado por una empresa para dar una aplicación turística al equipamiento hizo que se abriera un concurso de licitación pública, que finalizó ayer sin que nadie presentara una oferta en firme. Consecuentemente, Autoridad Portuaria, propietaria de las instalaciones, declaró el concurso desierto. De este modo, finaliza la polémica con el único proyecto existente en Menorca de transformar un faro en un alojamiento turístico.

Cierto es que las bases del concurso eran exigentes, ya que la empresa adjudicataria debía hacer frente a la conservación, mantenimiento y limpieza de las instalaciones, incluido el patio trasero, la parcela anexa y la terraza, por un total de 580 metros cuadrados. Por contra, la superficie sobre la cual podía distribuir el hotel era de 226 metros cuadrados del edifico principal y una edificación auxiliar de 51 metros cuadrados, en total, 277 metros cuadrados. Cabe tener en cuenta que este faro se encuentra a tan solo 21 metros sobre el nivel del mar, lo que provoca un fuerte desgaste en su estructura. A todo esto, cabe añadir el pago de 27.241,81 euros anuales en concepto de tasas fijas.


Reacciones

La Asociación Amics des Fars, que el sábado se manifestó contra la privatización de Sa Farola y que ayer se reunió con la alcaldesa de Ciutadella, Joana Gomila, celebra que no se haya podido llevar a cabo la adjudicación del contrato de licitación. Su portavoz, Agustí Aguirrebengoa, declara estar «muy contento por la paralización del proyecto». La entidad, que defiende el uso público de los faros de Balears, pedirá en los próximos días una reunión con Autoridad Portuaria para trabajar contra la privatización de las emblemáticas instalaciones marineras.

Por su parte, la alcaldesa, Joana Gomila, se mostró sensible con las demandas de la asociación durante la reunión de ayer, aunque también reconoció el desconocimiento sobre el concurso para convertir Sa Farola en un hotel. Gomila explica que «de entrada no descartamos aprovechar los faros para hacer cualquier cosa de la que pueda gozar todo el mundo». Así mismo, propone generar un debate a nivel insular sobre como actuar ante proyectos de explotación turística de los faros. En este sentido, reclamará al Consell la inclusión de un punto en el orden del día de la próxima junta de alcaldes para tratar el tema y poder establecer una estrategia común a nivel insular.