El faro de Favàritx se encuentra en una zona de importante protección ambiental, lo que complica cualquier iniciativa

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Autoridad Portuaria de Balears no autorizará ningún uso de restauración o de alojamiento en un faro si no cuenta para ello con el beneplácito de las distintas administraciones locales implicadas. Desde el ente responsable de la gestión de estas señales lumínicas marítimas aseguran que su postura no ha variado desde que hace unos meses abriera la puerta a que se presentaran proyectos para su explotación privada.

De momento, aseguran desde Autoridad Portuaria, esta postura no frustra proyectos al respecto simplemente porque no los hay. En su día sí fueron varios los inversiones que manifestaron su interés por explotar faros de Menorca, pero solo se materializó, «con papeles», el relativo a Sa Farola, por lo que se inició la tramitación pública de su explotación como alojamiento mediante concurso.

En el caso del faro de Favàritx se informó en su día por parte de Autoridad Portuaria de que los proyectos de los inversores sí estaban algo más avanzados, especificados, concretados, pero desde el mismo ente comentaron ayer que no hay nada nuevo al respecto. «Las iniciativas no han madurado». Y como consecuencia de que el tema está verde todavía, la licitación no ha comenzado.

No solo Autoridad Portuaria deja en manos de las administraciones locales la opción de abrir un restaurante o un hotel en los bajos de un faro. El decreto-ley de Medidas Urgentes Destinadas a Potencias la Calidad, la Competitividad y la Desestacionalización Turística aprobado por el Govern balear en diciembre establecía la posibilidad del «uso turístico en instalaciones de señalización marítima» para lo cual el inversor o promotor debe aportar «el informe previo favorable de la administración insular competente en materia de ordenación turística», que para el caso es el Consell de Menorca, así como «del ayuntamiento del municipio donde se encuentre la edificación».

El faro de Favàritx está en Maó, concretamente en un parque natural. La normativa al respecto de este tipo de espacio hace prácticamente imposible una explotación hotelera o de restauración, pero dentro del escaso margen que pueda haber, el teniente de Alcaldía responsable de Promoción Económica, Vicenç Tur, afirma que «un uso de este tipo en un tramo tan hipersensible es muy complicado, si se dispone un uso complementario en este faro debería ser complementario al marco en el que se encuentra, un centro de interpretación del parque... Algo así». En su día, la anterior alcaldesa, Águeda Reynés (PP), manifestó que veía con buenos ojos la propuesta siempre que respetara el entorno. Por su parte, Tur es más bien receloso, «está en el núcleo del parque, un gran espacio de ocio allí no lo vemos». Este diario intentó ayer sin suerte recabar la postura del Consell sobre el uso de los faros.