La diputada de Podemos por Menorca, Montserrat Seijas. | Jaume Morey

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La negociación del nuevo Govern ha dejado inalterable el reparto de dietas a los miembros que integran los consejos de administración de los entes y empresas públicas vinculadas al Ejecutivo autonómico que aún los remuneran. Pese a los repetidos alegatos a la supresión de privilegios y el abaratamiento de la estructura política, la situación en este sentido es la misma que dejó el PP. 179 consejeros de 16 entes públicos perciben hasta 300 euros por reunión pese a cobrar ya, en algunos casos, un sueldo de varios miles de euros por el cargo institucional que ostentan en régimen de dedicación exclusiva. Con ello se van 27.500 euros al mes, casi 326.000 al año.

Pero ningún ente, ni siquiera el consejo de Ports o el que fiscaliza la labor de IB3 -muy rebajado respecto de legislaturas precedentes- llega al nivel de Autoridad Portuaria, cuyos 17 miembros cobran hasta 924 euros por reunión. Entre éstos figuran el conseller de Presidencia, Marc Pons, y el también menorquín Vicenç Tur, secretario general del PSOE y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Maó.

La diputada autonómica de Podemos-Menorca, Montserrat Seijas, no se conforma con que los consellers del Govern que también son diputados hayan dejado de cobrar dietas adicionales por asistir al Parlament balear. También está dispuesta a exigir que no puedan percibir dietas mileuristas como la de Marc Pons en el consejo de Puertos. Por eso, este mismo lunes elevará al consejo ciudadano de la formación una propuesta para que quien ya es remunerado con un sueldo fijo de la administración no pueda también cobrar dietas por asistencia. Seijas formulará una pregunta al pleno y presentará una proposición no de ley para que el cobro de dietas «sea incompatible» con toda dedicación exclusiva.

Més per Menorca no pasa, de momento, a la acción, pero comparte opinión con los podemitas.

El presidente del PP, Santiago Tadeo, defiende desde Menorca la supresión del nivel 33 a los funcionarios que han ejercido como políticos, al igual que toda la izquierda, así como la necesidad de reducir dietas «excesivas» como las reconocidas a los miembros del consejo de administración de Autoridad Portuaria.

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