El conseller Marc Pons, durante una reunión reciente con las asociaciones de enfermos que usarán la residencia. | CAIB

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El Govern balear invertirá 950.000 euros el año que viene en empezar a proyectar y construir la residencia para alojar a los enfermos y familiares de las islas menores que tengan que desplazarse a Mallorca por motivos de salud.

Así lo anunció en la noche de este viernes el conseller de Presidencia y portavoz del Ejecutivo, Marc Pons, apenas 24 horas después de la presentación del proyecto de presupuestos de 2016 y a solo unos días de que, el martes, tanto él como la consellera de Salud, Patricia Gómez, comparezcan en el Parlament para dar cuenta de las previsiones para el próximo ejercicio.

El anuncio del conseller menorquín garantiza el cumplimiento de uno de los principales compromisos del pacto de gobierno que, hace solo unos meses, la presidenta rmengol no dio por seguro en 2016, provocando la inmediata reacción de sus socios de Més, que supeditaron el apoyo a los presupuestos a que se contemplara ya una partida con la que iniciar la obra.

Al final, el dinero asignado en el primer presupuesto de la legislatura multiplicará el estimado por el portavoz de Més per Menorca, Manel Martí, y la propia Conselleria de Salud, que no se atrevió a cuantificarlo alegando que «aún se están analizando distintas alternativas.

Lo que sí queda claro -reiteró- es que se trata de un objetivo prioritario». Así aparece reflejado en la memoria de Salud donde, además de la construcción del búnker para implantar el servicio de radiología en el hospital Mateu Orfila, se anuncia que en 2016 se va a «iniciar la creación de una hospedería para pacientes y familiares de Menorca y las Pitiusas obligados a desplazarse a Mallorca».

Pero Marc Pons también adelantó que, aparte de los 950.000 euros para la residencia, los presupuestos del Govern incrementan según el IPC la cantidad destinada a financiar los desplazamientos de los pacientes, que el anterior gobierno del PP había congelado, y contempla la ampliación del servicio de avión-ambulancia las 24 horas del día.

La Conselleria de Movilidad también se compromete a «mejorar las condiciones de conectividad aérea y el número de frecuencias y plazas», pero la consecución de la anhelada tarifa plana de 30 euros por trayecto sigue pendiente de lo que se acduerde en la comisión mixta con Fomento y Aviación Civil. A la espera de convencer a Madrid, el Govern aumenta en 200.000 euros la partida para pagar el descuento de residente en los trayectos marítimos, que supondrá 9.385.622 euros.