Javier Tejero muestra orgullo de la herencia socialista | Javier Coll

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Lo de ser candidato no le pilla por sorpresa, ha sido diputado autonómico 12 años, conseller, director insular de la Administración General del Estado y vocal del Consejo Económico y Social. Alcanzar el escaño del Congreso es -lo confiesa- una ilusión que colmaría su trayectoria política.

Ser número tres de la lista del PSOE ya no es garantía de resultar elegido en estas elecciones.
— Hay que verlo, garantía ahora no la hay de nada. Es posible y es probable, hay que lucharlo.

Ser veterano de la política tampoco parece un buen aval en estos tiempos.
— Depende, siempre digo que la política no es ni vieja ni nueva, sino buena o mala y, como dice un adagio, por sus hechos los conoceréis.

¿Las encuestas animan, deprimen o las ignora?
— Ni una cosa ni otra, las encuestas son encuestas, es como probar un pastel que se está haciendo, un tast en un momento determinado, un corte longitudinal que te informa de la tendencia. Ha habido casos de no acertar nada y casos de haber acertado muy poco, las mejores son las del día siguiente.

¿Por qué Javier Tejero es un buen candidato?
— Porque he tenido el honor de que mi partido me ha elegido, es una muestra de confianza en ti, en tu forma de trabajar, en tu preparación y en tu experiencia.

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¿De verdad cree que España estaba mejor en 2011 que en 2015?
— No es tanto si está mejor o peor, lo que está claro es que los ciudadanos piden un cambio. El presidente de ahora, el de todos, el mío también, es el peor valorado de la democracia. Pero sí, España estaba mejor hace cuatro años en derechos y libertades, ahora hay un triunfalismo con pies de barro sobre la recuperación económica y, la verdad, no conozco a nadie que le haya ido mejor durante estos cuatro años. La situación está peor y eso que en Menorca tenemos un plus de resiliencia social, como decimos en psicología. La ministra de Trabajo usó el eufemismo de la movilidad exterior, tengo un hijo en el extranjero y otra en el paro. En Berlín había registrados hace cuatro años en el consulado 3.000 españoles y ahora hay 10.000.

Entre Felipe y Zapatero, ¿con quién se queda?
— Con los dos. Felipe fue un gran estadista, a la altura de Willy Brandt o Olof Palme, con capacidad y carisma envidiables. Zapatero dejó una legislación muy avanzada en materia de derechos sociales.

¿Qué puede hacer un diputado de Menorca por Menorca?
— Un grano no hace granero pero ayuda al compañero, lo que pueda hacer ha de ser con ayuda de su grupo y sí, estirar de la levita cuando haga falta y decir que Menorca no es solo sol y playa, no perder nunca el punto de vista reivindicativo.
Si el PSOE queda segundo, como dicen las encuestas, ¿qué papel debe jugar, dejar gobernar al primero o formar gobierno con otras fuerzas para formar mayoría?
— De entrada, niego la mayor, el PSOE no tiene por qué ser el segundo, puede ser el primero. Si queda segundo, creo que, como decía Julio Anguita, programa, contrastar los que son más favorables a los ciudadanos y los que no, los que protegen a los que menos tienen y los que protegen a los que más, lo primero es lo que se llama izquierda.

Ciudadanos muerde por un ala y Podemos por otra, ¿cuál le preocupa más?
— Los dos por igual, son partidos emergentes nacidos de los movimientos sociales que ha habido, de una especie de segunda reforma que vamos a vivir en este país, es bueno que existan, peor sería lo que está pasando en Francia o en Holanda con los partidos de extrema derecha.

¿Que tres exdelegados del Gobierno encabecen la lista del PSOE signfica que no hay recambio?
— Sí que hay recambio, Gràcia Mercadal, candidata al Senado, tiene 29 años. Lo que pasa es que en determinados momentos se busca un perfil de experiencia.

Deme tres razones buenas y contundentes para votar PSOE.
— Primero, recuperar derechos y libertades, en los que incluyo el empleo, la educación, la sanidad, los pilares básicos de los que llamamos el bienestar de las personas. Segundo, creer en las oportunidades porque este país tiene un gran futuro. Tercero, un cambio de la Constitución que mejore nuestra democracia con más participación ciudadana.