Una vaca disfruta de la hierba fresca este lunes en una finca del municipio de Es Mercadal | Gemma Andreu

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El pasado diciembre llovió un 93 por ciento menos de lo que es habitual en Menorca en esas fechas pero, a pesar de esa anomalía constatada en los registros pluviométricos, el verdor del campo resiste y son la humedad y el rocío los que han salvado los pastos. Hasta este momento la temporada ha sido buena; la falta de viento, la temperatura elevada y la enorme humedad y el rocío, aunque solo cubran la tierra de manera superficial, han hecho que la hierba siga fresca y aguante, los animales han salido a pastar con normalidad y si sigue la lluvia que este lunes cayó sobre la Isla, 2016 empezará con buen pie para las fincas lecheras.

«Eso demuestra que Menorca es una isla eminentemente ganadera, porque si nos dedicáramos al cereal, esto sería una mala cosecha asegurada», opina el presidente de la Asociación de Empresarios de Explotaciones Agrarias de Menorca (AGRAME), Guillermo de Olives. Controlando los días y las zonas donde sus animales salen a comer, los ganaderos no han gastado mucho pasto, pero la falta de lluvia ha hecho que la siembra para forraje no haya ido tan bien. «Lo sembrado en noviembre, después de dos meses secos, no ha crecido y cuando germine puede verse afectado por el frío», señala De Olives. No obstante, el final de 2015 no ha sido perjudicial para las explotaciones ganaderas, contrariamente a lo que pudiera parecer tras un mes de diciembre en el que muchos han disfrutado de sol y de baños en el mar.

«Con la temperatura elevada, la humedad y sin salir la tramontana que suele secar, la hierba ha crecido mucho», corrobora Manel Martí, secretario general de Unió de Pagesos, aunque ahora «se necesita más agua» y que la lluvia siga cayendo. De este modo, los animales siguen pastando y el forraje que se recoge en primavera sirve para alimentarlos en verano, aunque las vacas de ordeño necesitan del pienso como complemento todo el año, explica Martí. La predicción de la Aemet para los próximos días es que se mantenga elevada la probabilidad de precipitaciones, entre un 70 y un 85 por ciento para este martes y el día de Reyes en la zona de Llevant y de un 75 y un 80 por ciento en la de Ponent, con bajadas de temperaturas. Si 2016 sigue la pauta del año que se va, enero acabará con la situación anticiclónica y los cielos soleados y febrero será aún más frío.