Las aportaciones de las administraciones presupuestadas para este año vuelven a ser mínimas

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El Consorcio del Acantilado del Puerto de Maó se tomará 2016 como otro año sabático, de letargo, de hibernación. La entidad en la que participan el Ayuntamiento, el Consell y el Govern lleva así, solo con las constantes vitales, desde mediados de 2011. En estos casi cinco años, únicamente paga créditos contraídos y abona los gastos imprescindibles para su supervivencia. Ni una sola actuación propia se ha llevado a cabo, ni de prevención ni de urgencia, ya que cuando esta se ha producido (otoño de 2014, por ejemplo) quien abona la factura es el Consistorio mahonés. No hay otro remedio.

Las previsiones presupuestarias del Ayuntamiento de Maó y el Consell confirman esta inactividad para 2016. El Consistorio le reserva 127.000 euros, un poquito más que el Consell (unos 124.000 euros) y lo mismo que en 2015. Una cantidad parecida se espera del Govern. Este dinero solo da para ir devolviendo el crédito de más de 3 millones de euros suscrito hace ya más de una década para financiar las primeras actuaciones de la entidad, realizadas entre 2002, año de su constitución, y 2004.

El teniente de alcaldía responsable del puerto, Vicenç Tur, reconoce que el Consorcio está en el congelador, pero valora en positivo que, cinco años después, se volverá a realizar una actuación de carácter preventivo en el acantilado. Será con motivo de la construcción del segundo ascensor en las inmediaciones del parque Rochina, lo que permitirá consolidar este tramo del cantil, uno de los que reclaman atención de una forma más urgente. Esta intervención, pero, no es del Consorcio, sino que pone el dinero Autoridad Portuaria tras un acuerdo con el Consistorio, primero en forma de escaleras con el PP y ahora, tras el cambio de gobierno, en posición vertical.

Precisamente, en algún momento se habló de involucrar a Autoridad Portuaria en el Consorcio, algo sobre lo que no hay avances. Esto no supone, dice Tur, que el ente portuario se desentienda del acantilado. Ahora paga el tramo de Rochina y llevará de la mano al Ayuntamiento de Maó ante el Gobierno central para tantear la posibilidad de acogerse a líneas de ayudas estatales para poder mejorar la situación de la pared.

Tur es más optimista de cara a 2017, cuando sí espera que se recuperen los planes de inversión conjunta. Para ello se cuenta con un plan director elaborado en 2007, que contemplaba acciones valoradas en unos 20 millones de euros previstas en un plazo de cinco años. El teniente de alcaldía considera que continúa siendo «la gran referencia, es el mejor documento de análisis y diagnóstico. Sigue siendo un documento a seguir».