Tras el empacho de Carnaval, ahora es el turno del pescado. Aunque la tradición cristiana de evitar comer carne durante los viernes de la Cuaresma, que comenzó el pasado miércoles, no tiene el arraigo de antaño, parece que la demanda de pescado «sí que aumenta ligeramente» durante esa época, tal y como apunta Xavi Marquès, de la barca de arrastre «Vicenta I», con base en el puerto de Ciutadella.
Coincidiendo con esas semanas del calendario, la Asociación Menorquina de Cafeterías, Bares y Restaurantes inauguró ayer la primera edición de las Jornades Gastronòmiques de Peix, «en parte con motivo de la Cuaresma, pero también para echar un cable a los restauradores de la Isla en meses de poca actividad y a los pescadores de la Isla», explica el presidente de la entidad, Antoni Sansaloni.
Más allá de las cuestiones puramente gastronómicas, que desde hace un tiempo les ha llevado a organizar también las Jornades des Brou para recuperar viejas costumbres, el evento que se celebra este fin de semana, y que repetirá también los días 20 y 21 de este mes, obedece según uno de los restauradores participantes, Vicent Gomila, del Hostal Jeni en Es Mercadal, a la eterna lucha de «intentar romper la tónica invernal de Menorca» y estar esperando siempre al inicio de la temporada turística. «También hay que pensar en actividades para que las disfruten la gente que vive aquí todo el año», sostiene. Y de paso, según añade su colega Manuel Gallego, jefe de cocina del restaurante del hotel Port Maó, «potenciar el producto de la Isla fresco y dar a conocer lo que podemos hacer con esa materia prima».
Para la primera edición se han sumado a las jornadas once establecimientos de diferentes municipios de la Isla, algunas de cuyas propuestas culinarias, todas ellas distintas, se pueden consultar a través de la página web de la asociación (www.gastronomiamenorca.es).
2 comentarios
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¿Que es la cuaresma? ¿es algo que antiguamente no respetaban los ricos pagando una bula?lo pregunto porque no tengo ni idea de religiones.
... la gente comerá lo que quiera o lo que pueda cuando quiera, faltaría más, y en absoluto lo hará condicionado por ningún tipo de absurda superstición desfasada. Apuntar lo obvio es innecesario, pero por si acaso, no vaya a haber alguien que aún crea que las tradiciones son ley...