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La Asociación de Empresas Agrarias de Menorca (Agrame) considera «una falta de sensibilidad» la decisión del Ayuntamiento de Ferreries de incrementar el tipo impositivo en los bienes inmuebles de naturaleza rústica durante los dos próximos años.

Entiende que la medida dificulta todavía más la supervivencia de un sector que ya está muy castigado por la actual crisis económica y que, en los últimos meses ha visto agravada su situación por la sequía que le afecta plenamente.

Por este motivo, asegura, que la decisión puede suponer la desaparición de nuevas explotaciones agrarias del municipio. Defiende que el Consistorio debería ser consciente de la importante labor que realizan las explotaciones agrarias del municipio en el mantenimiento de su paisaje tradicional. Lo cual, «en vez de ser gravado, debería compensarse», esgrime.

La subida impositiva prevista para el 2017, y acordada con todos los partidos, es pasar de 0,30 por ciento al 0,60 por ciento, hasta alcanzar el 0,75 por ciento en el 2018.

Para el Ayuntamiento de Ferreries la modificación del tipo impositivo «no se hace con voluntad de ir contra nadie, sino que es cuestión de justicia», afirma el alcalde, Josep Carreres, quien considera que en la actualidad el impuesto es muy bajo, en comparación con el resto de municipios donde la tasa se asemeja al impuesto urbano.
El alcalde descarta que la decisión esconda algún tipo de «interés recaudatorio» y argumenta que por este impuesto las arcas municipales tan solo ingresan 8.000 euros al año. De hecho, insiste en que la reciente bajada del IBI urbano supondrá para el Consistorio dejar de percibir 80.000 euros, cosa que de ninguna manera se verá compensada con el incremento previsto en rústico.