La Europa de los 28 puede perder a su primer miembro desde su creación el 1 de noviembre de 1993

TW
10

El próximo 23 de junio, dentro de tres meses, la Unión Europea vivirá una de las jornadas más importantes de su historia. Los británicos votarán en referéndum si prefieren seguir formando parte de Europa o, por el contrario, consideran que es mejor salir de ella, lo que se conoce como «Brexit», resultado de fusionar las palabras British y Exit (salida). El debate está servido, si bien es cierto que todavía no se han explicado con claridad las consecuencias de cada una de las opciones.

A pesar de no poder votar en el referéndum, la mayoría de los cerca de 3.000 británicos que viven en Menorca consideran que la mejor opción pasa por seguir perteneciendo a la Europa comunitaria, aunque no esconden ciertas críticas al funcionamiento actual de la administración supranacional. La principal preocupación para muchos es que una salida les represente una pérdida de derechos y prestaciones, con las pensiones en primer lugar. En este sentido se manifiesta Bryce Lyons, de 77 años y que lleva más de tres décadas residiendo en Es Castell. «Los pensionistas británicos que viven fuera de la Unión Europea, en Canadá o Australia, tienen las pensiones congeladas. En cambio nosotros, viviendo en España, si hay un incremento de la prestación también nos beneficia», sostiene.

El acceso al sistema público de sanidad es otro de los motivos por el que muchos se muestran contrarios al «Brexit», ya que podrían perder su derecho a recibir asistencia médica gratuita en España. Por último, temen por los efectos que pueda provocar en aquellos que tienen negocios, empresas y trabajos en el resto de países comunitarios. Lyons asegura que todos ellos perderían el permiso de trabajo.

[Lea la noticia completa en la edición impresa o enKiosko y MásoMy News]