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El Ayuntamiento de Sant Lluís aprobará este jueves un suplemento de crédito con cargo al superávit presupuestario -más ingresos de los previstos- y al remanente de tesorería por un montante total de 312.748 euros. La operación permitirá financiar inversiones contempladas en los presupuestos de este año sin necesidad de contratar el préstamo que se había previsto con esa finalidad, según ha explicado Joan Miquel Pons Sintes, teniente de alcalde de Economía y Hacienda.

De acuerdo con la ley Montoro, el superávit debe destinarse a obras financieramente sostenibles o, en caso de que no sea posible, a amortizar la deuda financiera municipal, una disposición asumida con contrariedad por los ayuntamientos, que solían encontrar un respiro presupuestario en este capítulo. «No son inversiones nuevas, cumplimos la ley a rajatabla, 243.200 euros se dedican a obras municipales y 69.000 a gastos de libre disposición», explica Pons Sintes.

El destino de esos recursos son mejoras de la infraestructura y equipamiento urbano. En concreto, arreglos de caminos rurales y vías públicas, el alumbrado público de Torret de Baix, pequeñas actuaciones en urbanizaciones, en parques y jardines y recuperación de la pared seca en algunos caminos.

Los fondos para gastos de libre disposición financiarán inversiones cuya ejecución también figuraba entre las previsiones de este año. Se trata de la compra de material de protección de la pista del pabellón cuando tiene usos distintos a los deportivos, mobiliario para equipamiento cultural, aire acondicionado en el Molí de Baix, un vehículo municipal y otro para la Policía Local.

Pons Sintes señala que la cantidad de superávit aumentará a lo largo del año, se calcula una cantidad equivalente a la deuda municipal, situada ahora en el 20 por ciento del presupuesto. «Las cuentas están saneadas, es mérito de todos, hemos continuado la línea del anterior gobierno», reconoce. La indemnización de Son Orfila, 9,5 millones con sentencia firme, es la única nube que ensombrece el panorama financiero.