Videoclip de la canción «Swing the Scat», en la que se ambienta el concierto-espectáculo | YouTube

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F in de semana con doble ración swing a cargo de Mercedes Sayas, que presenta el concierto-espectáculo «El Tren del Swing» en el Orfeó Maonès. Una buena oportunidad para descubrir a la artista valenciana y dejarse llevar al ritmo de la música de moda.

¿Qué propone en el «El Tren del Swing»?
— Es un concierto-espectáculo en el que repasamos la historia de este estilo musical con una banda en directo, con coreografías de Alba Estudi de Dansa y también con proyecciones de imágenes antiguas que nos ambientarán en la época de inicios del siglo XX.

¿El swing está más de moda que nunca?
— Ha habido un regreso hacia atrás, hacia la música de hace décadas. Justamente tengo un videoclip de hace cinco años que habla del lindy hop, que es la forma de bailar el swing. Entonces no había tanto boom, pero intuía que venía con fuerza. A mi me encanta todo lo que sea vintage y pin-up.

Como profesora del Conservatorio ¿qué le atrae del swing?
— Es un poco extraño porqué realmente yo soy más cantante de soul que de swing, de música negra. En cambio, me atrae muchísimo la estética del swing, es decir, la forma de vestir, de peinarse y hasta la forma de ser de aquella época. Intento hacer una mezcla de estilo delicado con una voz más potente.

Sin embargo gran parte de su trayectoria es como cantante de soul. ¿Cómo empieza?
— Pues sin darme cuenta. Con dos o tres años ya cantaba en el coche. A los 17 empecé a trabajar a nivel profesional en una orquesta y a los dos o tres años me metí en espectáculos de variedades acompañando a otros artistas. La verdad es que he hecho un montón de giras por todo el país. Después estudié canto moderno y jazz en Barcelona. El mismo año me surgió la oportunidad de ir a Miami, y me fui a trabajar durante un año en el Hard Rock, un hotel casino muy grande, y en una revista especializada.

¿Qué tal la experiencia?
— Una pasada. La mejor experiencia musical de mi vida. Lo que pasa es que no tiene nada que ver como se oye la música aquí y en Estados Unidos. No solo por los músicos o los estilos, sino por las vibraciones de la música, el sonido, la intención a la hora de tocar... es una pasada, yo aprendí muchísimo. Y poco antes de venir a Menorca estuve en Sudamérica con el musical de «Shreck», en Montevideo (Uruguay).

¿Cómo llega a Menorca?
— Cuando volvimos a España tras hacer el musical me fui a Madrid a trabajar en una escuela de teatro musical como profesora de canto e interpretación. Y cuando tenía un impasse entre una escuela y otra me llamaron y decidí venir hace dos años y medio. Me sorprendieron mucho las flores amarillas que hay, la paz y la tranquilidad.

¿Se ha adaptado bien?
— Sí, a mi me gusta. Estoy acostumbrada a tener mi refugio para componer. Necesitaba algo así, un espacio en el que no molestar a los vecinos y montar un estudio en el que hacer las grabaciones y los trabajos. El hecho de tenerlo todo cerca es un avance porque me ahorro un montón de tiempo que puedo dedicar a mis cosas.

¿En qué proyectos está trabajando?
— Básicamente el espectáculo, que me ha costado mucho tiempo. Y también estoy grabando mi primer disco en solitario. A ver si tengo más tiempo para mi y acabo de grabar este disco que tengo a medias. Poner fecha es arriesgado, pero espero tenerlo en verano.