Se realizará la aplicación de un coeficiente reductor del 0,92 en los valores catastrales «para ajustarlos a la realidad del mercado». | Javier Coll

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El concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Maó, Jordi Tutzó, ha anunciado este viernes que el Consistorio prevé una rebaja media del 8 por ciento en el recibo del IBI (Impuesto Bienes Inmuebles) mediante la aplicación de un coeficiente reductor del 0,92 en los valores catastrales «para ajustarlos a la realidad del mercado».

Mediante esta reducción, el equipo de gobierno municipal espera alcanzar el próximo año el nivel de presión fiscal de los años 2008, 2009 y 2010, según cada caso.

Tutzó ha afirmado que «la medida tendrá un impacto claramente positivo para los ciudadanos».

«Velar por un entorno justo, tanto social como económico, son prioridades básicas de este equipo de gobierno, por lo que impulsamos medidas que permita dejar atrás esta crisis tan profunda que ha asolado a todo el país», ha añadido.

La Gerencia Territorial del Catastro informa periódicamente sobre las desviaciones entre el probable valor de mercado y el valor catastral de las propiedades, lo que permite a los ayuntamientos aplicar coeficientes de actualización, ha señalado el concejal de Hacienda.

El equipo de gobierno ha acordado aplicar el coeficiente correcte del 0,92 por ciento para el 2017, propuesto de manera optativa por el Catastro.

Tutzó ha enmarcado la rebaja de los valores catastrales en «el trabajo iniciado durante el segundo semestre de 2015 por el equipo de gobierno, con la redacción de un Plan Económico Financiero, condicionado por el incumplimiento de la regla de gasto que recogía un desvío de 1,8 millones de euros, lo que cuestionaba el equilibrio presupuestario del ayuntamiento».

La elaboración del presupuesto del 2016 estuvo condicionada por la rigidez normativa de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera que -ha señalado- prioriza la devolución de la deuda financiera a los bancos, y por la incertidumbre del desarrollo de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, parcialmente derogada por el Tribunal Constitucional.

«A estos factores hay que añadir las dificultades para mantener bajo control la deuda financiera del ayuntamiento de Mahón, que asciende al 38 por ciento. Todo ello dificulta el objetivo de conseguir el equilibrio en las cuentas municipales», ha declarado el edil de Hacienda de Maó.

Tutzó ha declarado que «los impuestos constituyen los recursos que permiten conseguir los grandes objetivos de esta legislatura, la promoción económica y la atención social, por lo que consideramos que es muy importante sean justos y se ajusten a la realidad del momento».