Alcaidús, en la imagen, es uno de los principales productores de la Isla

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El sector agrícola y ganadero menorquín ha recibido en el último ejercicio cerrado 7,69 millones de euros de ayudas públicas repartidas entre un total de 660 beneficiarios y relativas tanto a los fondos FEAGA (Fondo Europeo Agrícola de Garantía), como a los fondos FEADER (Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural), una financiación compartida entre los estados miembros y la Unión Europea.

Son datos que publica el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y que pueden consultarse abiertamente gracias a los avances en materia de transparencia de la nueva PAC (Política Agraria Común), que para el periodo 2015-2020 permitirá consultar el nombre de los beneficiarios (que perciban más de 1.250 euros), así como los conceptos de cada una de las ayudas, también distribuidas por municipios.

La información, referente al periodo que va de octubre de 2014 a octubre de 2015, permite hacerse una idea de la importancia que tienen las ayudas públicas en un sector fuertemente subvencionado (a esa cantidad habría que sumarle otras ayudas como las del contrato agrario que reparte el Consell), pero también las diferencias lógicas que hay en la distribución por municipios.

Así, se observa como Ciutadella, el municipio más extenso y con más actividad en el sector primario, acumula el 44,7 por ciento (3,4 4 millones de euros) de las ayudas, seguido por Maó, con un 24,8 por ciento (1,91 millones). En el otro lado de la balanza se sitúan Es Migjorn, donde solo se concentra el 0,7 por ciento de las subvenciones, repartidas en solo nueve beneficiarios, y Es Castell, con 15 beneficiarios que suman 98.626 euros.  

El detalle pormenorizado de las ayudas revela que en el periodo analizado tan solo 29 beneficiarios recibieron ayudas relativas a la modernización de explotaciones agrícolas, lo que supuso 753.104 euros, el 9,8 por ciento del total; así como que un total de 197 receptores lo hicieron en concepto compensatorio, de indemnización, relativo a agricultores cuyas fincas tienen dificultades, por ejemplo, por encontrarse muy aisladas.

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