Dos vecinas caminan por la zona reformada del Cós de Sant Lluís, vía que atraviesa el pueblo | David Arquimbau

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El Ayuntamiento de Sant Lluís iniciará este viernes una prueba piloto de peatonalización con el cierre al tráfico, los fines de semana, de un tramo del Cós, el comprendido entre el Molí de Dalt y la calle Sant Jacint, es decir, toda la zona que ya ha sido reformada a excepción del espacio de la Plaça Nova.

El Cós se cerrará al paso de vehículos entre las 14 horas del viernes y la medianoche del domingo hasta nuevo aviso, aunque se podrá cruzar por las travesías Duc de Crillón, Sant Esteve y Sant Antoni. La alcaldesa, Montse Morlà, anunció ayer que «comerciantes y restauradores de la zona afectada podrán realizar una ocupación de la vía pública sin coste adicional», para colocar reclamos publicitarios, algún expositor u objetos ornamentales para atraer clientela. A pesar de que todavía hay un grupo de comercios, según el equipo de gobierno minoritario, que se resiste a cerrar la calle Sant Lluís -popularmente Es Cós-, al tránsito de coches, Morlà considera que si más adelante se quiere convocar una consulta sobre la peatonalización de esta vía «alguna vez había que probar».

El objetivo municipal es dinamizar la calle y «hacer que la gente tenga ganas de pasear por el centro del pueblo, apostamos por un Sant Lluís más amable», aseguró. Una decisión que avalan diferentes estudios de movilidad sostenible, añade, y que será el 'granito de arena' del municipio al objetivo de lucha contra el cambio climático.

Morlà sabe que aún existe debate en la localidad, «hay comerciantes detractores de esta medida que lo viven con preocupación, los he recibido y les he dicho que nuestro objetivo es el mismo, la reactivación del comercio local», y para ello la alcaldesa puso como ejemplo otros municipios, entre ellos Maó y Es Mercadal, como ejemplo de peatonalizaciones que han dado buen resultado para pacificar las calles y mejorar los negocios, con actividades culturales complementarias que también quiere impulsar Sant Lluís. «No hay color político en esto», señaló.