TW
31

La delegación menorquina, formada por responsables institucionales y representantes de la sociedad civil, que este domingo se desplazó a Palma para asistir a la recepción oficial que ofrecieron los Reyes en el Palau de la Almudaina tuvieron ocasión de conversar sin prisas con don Felipe, doña Letizia y la reina emérita, Doña Sofía.

La presidenta del Consell, Maite Salord, invitó al Rey a la inauguración de la Farmacia Llabrés, que forma parte del legado de la herencia de Juan Ignacio Balada Llabrés, una vez hayan concluido las obras de restauración, iniciadas en septiembre pasado. Doña Sofía fue invitada por la presidenta del Ateneo de Maó, Maite Orfila, al congreso de arqueología que acogerá Menorca el próximo año; y el presidente de Quesería Menorquina y del Cercle d'Economia de Menorca, Francisco Tutzó, invitó a Don Felipe a visitar la fábrica de queso fundido.

Quien primero inició la ronda de conversaciones con el Rey fue el general Luis Alejandre, que mantiene una antigua relación personal por su condición de exjefe del Estado Mayor del Ejército. El presidente de la Fundación Hospital Isla del Rey comentó diferentes cuestiones relativas a Menorca con el Jefe del Estado.

Después fue Doña Letizia quien conversó con un grupo en el que se encontraban la presidenta de la Cámara de Comercio, Magda Pons-Quintana; Juan Carlos Fernández de Salort, vicepresidente de PIME-Menorca; el presidente de la Asociación Hotelera de Menorca (ASHOME), Luis Pablo Casals y su esposa, Mavi Manzano; el presidente del Consejo Regulador del Queso Mahón, Bosco Triay, y su esposa, Sandra Moll. «Queseros, hoteleros y zapateros», resumió gráficamente este encuentro Magda Pons-Quintana, que minutos después se fotografió con Agustín El Casta.

Francisco Tutzó presentó a Guillermo de Olives, presidente de Coinga y de la Asociación de Empresarios Agrícolas de Menorca (AGRAME), al Rey. Su conversación giró en torno a la situación del sector agrícola-ganadero de la Isla y el proceso llevado a cabo en la antigua Industria Quesera Menorquina para evitar su desaparición.

Doña Sofía recibió una amplia información sobre la candidatura de Menorca Talayótica que opta, ante la UNESCO, a la declaración de Patrimonio Mundial de la Humanidad. En presencia de la presidenta Maite Salord y las alcaldesas de Maó y Ciutadella, Conxa Juanola y Joana Gomila -que después departieron con el alcalde de Palma, José Hila-, la arqueóloga y presidenta del Ateneo de Maó, Maite Orfila, explicó con detalle el contenido de la candidatura menorquina y los monumentos que la integran. Doña Sofía demostró gran un interés y solicitó información por escrito para apoyar la iniciativa.

El Rey don Felipe se incorporó al grupo de menorquines, en el que se encontraba la diputada y exalcaldesa de Maó Agueda Reynés, con su marido, Lluís Sintes. La conversación giró en torno a la 'herencia Balada', con las dificultades que han surgido con un edificio colindante para arrancar las obras de rehabilitación y recuperación de la antigua Farmacia Llabrés. Aún no hay fecha para que estén concluidas. También se planteó la situación actual de algunos de los bienes del legado que recibió la Familia Real de Juan Ignacio Balada, concretamente su residencia en la Plaça Don Joan de Borbón, para la que se recibió una oferta de compra, pero no llegó a cuajar.

El gerente de la Fundació per a Discapacitats, Andreu Hernández, escuchaba con atención. Pero este año no entregó ningún documento de la entidad a don Felipe. El comentario que circuló al final del encuentro entre los menorquines consistió en si el diputado Nel Martí ya no recibirá la invitación para asistir a la recepción, tras haberla declinado en dos ocasiones.