Cristina Cifuentes, este jueves en Es Mercadal | Gemma Andreu

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Es una de las figuras sobre las que apuesta el PP como relevo de Rajoy, ella no hace esos planes porque confiesa disfrutar el momento y no tener ambición política, pero se muestra segura de sí misma. Este sábado cumple tres años -así los cuenta desde que sufrió un gravísimo accidente- presume de gestión en su comunidad, en la que ha bajado las tasas académicas y los impuestos, no ha creado ninguno nuevo. Ha pasado apenas dos días en la Isla, «un lugar paradisiaco sin ningún pero», dice, para participar ayer en las tertulias a la fresca de Es Mercadal.

¿Mariano Rajoy encara su último mandato o no lo va a iniciar siquiera?
— Espero que lo inicie y que lo complete. Ha hecho mucho por España, ha conseguido que pasara de se un país que iba a ser intervenido como Portugal o Grecia a que en estos momentos esté encabezando en Europa el crecimiento económico y la creación de empleo. Esto tiene mucho que ver con el gobierno de Mariano Rajoy, se merece seguir para continuar avanzando.

¿Qué pasa si vamos a unas terceras elecciones?
— Sería penoso y perjudicial para España. La posibilidad está ahí, si dependiera del PP no las queremos bajo ningún concepto, los españoles en su conjunto, incluso aquellos que han votado al PSOE, tampoco las quieren.

¿Por qué han tardado entonces una semana en responder la oferta de Ciudadanos?
— Más allá de las posiciones, discursos y tiempos, lo importante es que se ha llegado a un compromiso, que Ciudadanos ha hecho un ofrecimiento y hay que valorarlo, y que el PP ha recogido el guante y se sienta a negociar. Pero no es suficiente.

¿De qué hablaron exactamente en la ejecutiva de esta semana?
— Sobre todo de la situación que está viviendo ahora el país, de porqué es imprescindible que haya gobierno y de la hoja de ruta a seguir en las próximas semanas.

No parece que demorar la respuesta una semana concuerde con esa preoupación.
— Realmente llevamos más de 240 días con gobierno en funciones, el problema no es una semana más o menos, el problema es aritmético, necesitamos once personas, probablemente del partido socialista, que se abstengan en la sesión de investidura. Si eso no ocurre, probablemente no va a haber gobierno. El PSOE tiene ahora la dura tarea de decidir si quiere contribuir a la gobernabilidad de España o prefiere terceras elecciones.

¿Han de ser necesariamente once votos socialistas?
— Es lo que está ocurriendo en Europa, al menos en doce países está gobernando la derecha, la izquierda o el centro con el apoyo del resto de partidos. La situación española no es excepcional, pedimos a los socialistas españoles que en un sentido u otro hagan lo mismo que en Bélgica o Alemania.

Usted gobierna en Madrid con el permiso de Ciudadanos, ¿es un buen precedente?
— Tenemos firmado un acuerdo de 76 puntos y ya hemos cumplido el 85 por ciento. Al final, en política lo importante es hacer cosas para resolver los problemas de los ciudadanos. La experiencia de Madrid y de alguna otra comunidad es que se puede gobernar en minoría, hay que adpatarse a la nueva cultura política que quieren los ciudadanos.

¿Está el PP demasiado lastrado por la corrupción?
— Nos ha perjudicado muchísimo, aunque afecta a todos los partidos que gobiernan, el caso ERE de Andalucía ha sido el de mayor corrupción y curiosamente no les ha pasado factura, a nosotros en cambio los casos de corrupción nos ha pasado una factura tremenda. Pero ahora el PP encabeza la regeneración y los ciudadanos se han dado cuenta.

El caso Rita Barberà, por ejemplo, muestra que lo han tratado con mucha levedad.
— Creo sinceramente que algunos casos de corrupción nos han dejado noqueados, sobre todo los de personas con cargos muy importantes, que no eran militantes de a pie. El secretario general del PP de Madrid, sin ir más lejos, está en prisión preventiva. Llevo un año gobernando y estamos siendo vigilantes y contundentes.