La consellera Maria Cabrisas en su despacho del Consell | Javier Coll

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«No hay una actitud de no tener en cuenta a nadie, no forma parte de mi talante no llamar a la participación». Con esta declaración de intenciones, tras el revuelo causado por su borrador del Plan de Familia y el rechazo de los equipos municipales al mismo, la consellera de Bienestar Social, Maria Cabrisas, salió ayer al paso de las críticas y aseguró su voluntad de reconducir la elaboración del documento para que incluya propuestas de los Equipos Municipales de Intervención Familiar (EMIF).

Recordó Cabrisas que se trata de un borrador y que hay que «ir enriqueciendo su contenido y programar acciones en base a los indicadores del OBSAM», ya que fue el Observatori Socioambiental de Menorca el autor del diagnóstico social recogiendo todos los datos disponibles de las tres administraciones, autonómica, insular y municipal.

La consellera quitó hierro a las quejas manifestadas por los técnicos de intervención y aseguró que «lo importante es que todos estamos de acuerdo en que debe existir un marco de referencia, un plan, que marque las líneas de actuación ya que la familia es fundamental para actuaciones contra problemas como la pobreza infantil». Dicho plan se mantiene como objetivo prioritario de este mandato para su Conselleria, afirmó, pero no irá a aprobación del pleno del Consell el próximo día 23, como estaba previsto, si antes no se ha logrado un acuerdo entre las partes implicadas. Antes habrá otro encuentro, el pleno de servicios sociales, que se reunirá el 18.

«La petición de más participación surge del propio pleno de servicios sociales que se reunió el 12 de diciembre, allí se acordó realizar aportaciones hasta el 31 de diciembre para enriquecer el plan», explicó Cabrisas, «y en eso estábamos». Añade que en esa reunión ya se aceptó una mayor participación de los educadores sociales, los equipos de intervención y el de atención temprana.

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Retraso

Cabrisas achaca el retraso en la elaboración del plan a la complejidad del proceso y a los cambios que se han dado en los técnicos que, en un primer momento, debían fijar su estructura y «dar participación». Este es el caso de uno de los técnicos que «era la cabeza visible, estaba en el departamento de Bienestar Social pero ya tenía previsto pasar a Juventud», explicó ayer la consellera. En paralelo se puso en marcha la elaboración del diagnóstico por parte del OBSAM. Cabrisas admite que el procedimiento y los cambios del personal motivaron el retraso, pero la decisión política de aprobarlo, subrayó, continúa.

Coordinadora de los EMIF

Por último, Cabrisas niega que ella haya dado ninguna orden de suprimir a la coordinadora de los Equipos Municipales de Intervención Familia (EMIF). Es más, afirma que «me corresponde clarificarlo en la reunión de este lunes (por hoy) del equipo de gobierno». Sí admite la consellera que, a petición del departamento de Cristina Gómez, la técnica de Bienestar Social realizó trabajos relacionados con Vivienda, pero niega que se haya «descabezado la red» como denunciaron los equipos. «Yo no he dicho que en 2017 no los gestione (los EMIF), y si al colectivo de técnicos les ha llegado una información que yo no he dado a lo mejor lo que toca», declaró, «es preguntarse qué hay de real en eso».