Las enfermeras Toia Fradera y Cecilia Padrós durante una charla ofrecida recientemente en el instituto Cap de Llevant | Javier Coll

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«¿Qué le ha pasado al abuelo? ¿Se va a curar? ¿Volverá algún día o no le veré nunca más?». Las preguntas que pasan por la cabeza de un niño ante la muerte de un familiar son muchas, pero rara vez obtienen la respuesta adecuada. A los pequeños casi siempre se les responde con evasivas, la sobreprotección, el intento de evitarles el sufrimiento, hace que los adultos envuelvan la dura realidad con eufemismos del tipo «se ha ido», «ahora está en el cielo» o « él te ve allá donde esté». Todo lo contrario de lo que recomiendan las expertas: siempre de acuerdo con la edad del pequeño y su capacidad de entender, lo mejor -aseguran-, es simplemente decir la verdad, pronunciar la palabra muerte y dejar claro que el ser querido nunca va a regresar.

Así lo exponen las enfermeras y terapeutas del duelo Toia Fradera y Cecilia Padrós en sus charlas a jóvenes estudiantes del grado formativo superior de maestros de Educación Infantil. Es uno de los colectivos a los que se dirigen sus sesiones -también ofrecen cursos en geriátricos, asociaciones de enfermos y familiares, a profesionales de Atención Primaria y atención a la dependencia entre otros-, dentro de un programa de sensibilización social que surgió de las propias enfermeras de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Mateu Orfila.

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