El tráfico se ralentiza en las horas de entrada y salida de estudiantes del «Quadrado». | Gemma Andreu

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La primera fase de las deseadas y polémicas obras de la calle Mallorca de Ciutadella empezó ayer con una normalidad ralentizada y niños entrando tarde al colegio. El cierre del paso por la rotonda de la Platja Gran provocó una gran afluencia de vehículos en el Camí des Degollador, que se saturó alrededor de las nueve, hora de entrada en las escuelas. Fue el punto más conflictivo, debido al semáforo de acceso a la Contramurada, pero no el único. El cierre de la calle Bisbe Juano y la inhabilitación de la rotonda de la Platja Gran produjeron atascos de entre 5 y 10 minutos en hora punta. El resto del día el tráfico fluía, pero de forma más lenta de lo habitual.

El concejal de Policía Local y Seguridad Oriol Baradad asegura que es consciente de este tipo de problemas y que a raíz de esta primera jornada se valorará la regulación manual del tráfico en Degollador con un agente de policía,en hora punta para evitar las aglomeraciones. Igualmente recuerda que estas incidencias son «normales» cuando se realizan obras en la vía pública y pide «calma y tranquilidad» durante las dos próximas semanas, el tiempo que durará la intervención en la rotonda.

Los autobuses sí notaron las consecuencias, como ya advirtieron, de trasladar la parada de la Plaça dels Pins a la calle Mascaró Pasarius (Vía Perimetral). Los pasajeros de la línea regular entre Ciutadella y Cala en Blanes disminuyeron en comparación con la semana pasada, cuando llegó la primera tanda de turistas del Imserso.