Coches aparcados sobre las aceras por falta de lugares de aparcamiento. | Javier Coll

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Faltan pocos minutos para el mediodía y las 450 plazas con que cuenta del parking del Hospital Mateu Orfila están llenas. Unos 15 coches dan vueltas y vueltas a la espera de la oportunidad. Se mueven al son –persiguen se podría decir– de las personas que caminan por el aparcamiento: «¿Te vas? Sí, pero lo tengo un poco lejos.

¿Te importa que te lleve y así me quedo el sitio?». Hay coches aparcados encima de las aceras, en la zona reservada para el autobús, sobre líneas amarillas e incluso parados en doble fila. Las calles cercanas al hospital también están llenas. Es una situación que se vive todas las mañanas de los días laborables.

«He venido con mi madre, que va en silla de ruedas, y no hay manera de aparcar. Lo he dejado en la zona de autobuses, la he acompañado un momento y ahora la espero fuera», asegura una acompañante. La zona de minusválidos está abarrotada. «He aparcado encima de la acera. Prefiero que me multen a perder la cita», explica un paciente, mientras los taxistas, habituales de la zona, explican que «esto es el pan de cada día. Hay gente que incluso aparca en la parada de taxis».

Desde la Gerencia del hospital menorquín son conscientes de la situación, que describen como «puntual». Desde la gerencia informan de que, aunque todavía está en fase de estudio, se está trabajando en una solución alternativa: reordenar el espacio del aparcamiento y hacer una pequeña ampliación con el objetivo de ganar unas 50 plazas.