Simpatizantes del GOB y Menorquins pel Territori se manifestaron en enero para pedir más vigilancia en la reserva

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Los agentes de protección de la naturaleza de la Guardia Civil avisaron de 19 ilegalidades cometidas en la Reserva Marina del Nord desde 2011, cuando la vigilancia de la zona protegida pasó a manos del Consell. Para el responsable de política territorial del GOB Miquel Camps son cifras demasiado bajas, tanto en número como en cuantía: «Podríamos entender que eso significa que la gente se comporta dentro de la reserva» y que las infracciones son mínimas, comenta, «pero no cuadra con el estado en que se encuentra la reserva», donde ciertas especies de peces o crustáceos no se encuentran con la misma abundancia que antes de 2014, como afirman los ecologistas y confirmaron pescadores y submarinistas.

El Seprona avisó del mismo número de infracciones que notificaron los tres vigilantes de la reserva, que patrullan solo por esa zona, a diferencia de los dos inspectores de pesca y los dos efectivos del Seprona, cuyas competencias se extienden por todo el litoral menorquín. En total el año pasado se notificaron seis ilegalidades, una cada dos meses de media. Todas fueron calificadas de graves y se impusieron multas a partir de 150 euros, 2.850 euros la más alta. Estas cuantías son demasiado bajas para Camps, que después de analizar los expedientes afirma que «las multas que se ponen, excepto en casos excepcionales, son poco disuasorias, de entre 150 y 300 euros» para aquellos que lo cometen por primera vez, algo que sale rentable teniendo en cuenta el valor de las capturas. En los casos de reincidentes el precio de la multa se dispara, admite, «el problema es que si no hay una vigilancia más intensa es muy difícil pillarles» en una segunda ocasión.

El año en que se abrieron más expedientes por infracciones fue el 2011, once concretamente, y a partir de entonces la cifra se ha balanceado entre 4 y 9 sanciones al año, que pueden ser de distinto tipo y gravedad: pesca sin licencia, pesca submarina en la reserva, pesca sin boya o pesca profesional en un espacio en que está prohibido.

Desde el GOB consideran que el número de infracciones notificadas es bajo si se compara con los totales que se manejan en las aguas cercanas a la Isla. En el caso del Seprona las infracciones que notifica en la Reserva Marina del Nord son entre el 10 y el 15 por ciento de las que interpone anualmente. El año que más sanciones impusieron en la Isla, el 2012, ocho de las 57 multas eran por ilegalidades cometidas en la reserva.

Los inspectores de pesca son los que menos se encargan de poner multas en esta zona. En seis años abrieron dos expedientes por infracciones en la reserva de los 44 que han gestionado en total.

Respecto a los tres vigilantes de la reserva, su catalogación limita su actuación por mar a unas horas concretas al día. Solo uno está contratado como patrón, por lo que los otros dos no pueden patrullar en la embarcación de la que disponen sin él. Está pendiente que el Consell resuelva esta situación después de que se comprometiera a abrir plazas de guardapesca durante este año para que los cubran los vigilantes y así mejorar la vigilancia.