Un instante de la presentación organizada este jueves por Monarch en Ciutadella | Josep Bagur Gomila

TW
3

«Todos estamos juntos en esta problemática. Creen que es un dinero fácil y en realidad lo que están haciendo es cometer un fraude. No debemos dudar a la hora de luchar para que cambie la situación de una vez». Son palabras de Carlos Silva, responsable del touroperador británico Monarch en Menorca, Eivissa y la Costa Blanca. El mayorista británico coordinó este jueves una reunión técnica en Ciutadella con representantes del sector turístico de la Isla para alertar sobre el crecimiento registrado en la estafa de las falsas intoxicaciones alimentarias fingidas por turistas ingleses, que ocasiona cuantiosas pérdidas en Menorca año tras año.

Los datos aportados por Monarch radiografían lo que él bautizó como «cultura de la enfermedad gástrica». Así, este tipo de situaciones han crecido un 386 % en un año según los registros de la compañía, siendo España el gran foco, con cerca de 300 reclamaciones en 2016. En esta bolsa de quejas hay casos de Menorca. «Hablamos de situaciones que son una realidad en la Isla. Yo he padecido tres o cuatro ya. Si tienes 1.000 clientes y solo uno denuncia vómitos o diarreas -la tipología más habitual- es que algo no cuadra. Yo no he dudado a la hora de ir a los tribunales», apuntó uno de los empresarios menorquines presentes en la jornada técnica.

Ley británica

En Monarch han estudiado profundamente las causas del fraude. Así, Carlos Silva comentó que «pueden haber situaciones reales, pero la mayoría no lo son. La ley británica ampara al cliente del todo incluido durante su estancia y no hay límite en las indemnizaciones. Hay incluso buffetes de abogados que aconsejan poner una reclamación falsa por intoxicación alimentaria para hacer negocio».

Y es que el portavoz de Monarch lo tiene claro: «La gente ve en Inglaterra que es dinero fácil, que no hay posibles consecuencias y pueden ahorrarse parte de los costes del viaje. Hasta hace nada las compañías llegaban a acuerdos rápidamente para cerrar pronto la polémica. Ahora no. Hay un caso en Grecia en el que un hotel pide una multa por mentiras. Podría ser el comienzo de todo».