El vertido provocado por la rotura del cable actual obligó a cerrar la playa al baño en julio del año pasado

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El proyecto del segundo cable submarino del sistema Mallorca-Menorca saldrá a exposición pública la próxima semana. Cuenta con un presupuesto de 84 millones de euros y será ejecutado por Red Eléctrica Española con financiación a cargo de los Presupuestos Generales del Estado. Su trazado será paralelo al actual con una novedad importante, no atravesará la playa de Cala en Bosc sino que tomará tierra a través de la zona rocosa contigua al arenal.

Después del accidente ocurrido el año pasado con el cable existente, cuya rotura por el ancla de un barco provocó un episodio de contaminación en la playa durante varios días en pleno verano, las razones del pequeño desvío parecen obvias, a pesar de que el nuevo usa tecnología más avanzada.

La doble conexión por cable submarino, explica el conseller Marc Pons, supondrá un refuerzo de la garantía de suministro y la reducción de las necesidades de producción de la central del puerto de Maó, además de una mayor integración de las energías renovables, de acuerdo con el modelo de generación eléctrica futura.

La interconexión entre islas constituye el cuarto pilar en el que se sustenta el Plan de Transición Energética del Govern. Los otros tres son la eficiencia energética, el aumento de renovables y el fin de combustibles contaminantes.

Este segundo cable submarino contempla un sistema de corriente alterna, una enlace tripolar con fibra óptica integrada inteligente, una profundidad máxima de 75 metros y una tensión nominal de 132 kilovoltios. Discurrirá 40 kilómetros por mar y 12,3 soterrado, mayormente por suelo público, hasta la subestación de Ciutadella, que al igual que la de Artà, será ampliada. El proyecto, que podrá ser consultado en el Ayuntamiento de Ciutadella y en la web del Ministerio, cuenta con la declaración de impacto ambiental por parte del Gobierno central, a quien se ha solicitado también la sustitución del enlace submarino existente, que se está acercando al final de su vida útil.

José Ignacio Pradas-Poveda, de la delegación ministerial, señala que el proyecto forma parte de los objetivos estratégicos de Red Eléctrica Española, está en línea con las exigencias de la Unión Europea, reduce los costes, propicia mayor seguridad al suministro y contribuye al desarrollo de las energías renovables, un ámbito en el que -insiste el director general Joan Groizard- Balears figura destacado a la cola entre las comunidades españolas. «Llegar al objetivo fijado de cien por cien renovables en 2050 implicaría crear 12 megavatios cada año. Ahora apenas alcanzamos los ocho».