Los consellers del Grupo Popular, en primer plano, este viernes durante el pleno extraordinario | Javier Coll

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No hubo alternativa a Susana Mora. El Partido Popular renunció a presentar un candidato abocado a perder la votación y tampoco tuvo de ese modo turno de palabra. Tras el discurso de la socialista defendiendo su candidatura se procedió a la votación secreta e individual de cada conseller y la urna no ofreció sorpresas: los ocho votos a favor del PSOE, Podem y Més per Menorca, que en virtud del pacto de gobierno habían presentado a Mora como única candidata, y los cinco en contra de la oposición popular. Una vez proclamada presidenta y recogiendo la vara de mando de manos de su antecesora, Maite Salord, Mora procedió a enumerar sus agradecimientos, desde la oposición, el personal de la casa y el público que llenaba el salón de plenos, a los alcaldes y a la presidenta del Govern, Francina Armengol, presente en la ceremonia junto con miembros de su gabinete y a quien la nueva presidenta del Consell prometió «toda mi lealtad», del mismo modo que agradeció la «lealtad y consideración hacia las necesidades de los menorquines» de la jefa del Ejecutivo balear.

Susana Mora se acordó asimismo de la oposición, por su trabajo y tenacidad, y afirmó que su labor «es imprescindible a la hora de hacer este camino compartido».

A los alcaldes les prometió «escuchar con toda mi atención y entendimiento» ya que, añadió, son la voz «más legítima de las aspiraciones colectivas».

Continuidad

La presidenta socialista, que toma el relevo de la número uno de Més, aseguró que habrá continuidad en su labor. «Hoy cambia la voz, pero no la palabra», dijo. Su antecesora en el cargo, tal y como había anunciado, tuvo un breve discurso de despedida y le cedió el protagonismo.

Salord fue elegante con la oposición, para los consellers del PP fue su primer agradecimiento, en especial para el trato «siempre respetuoso y constructivo de Santiago Tadeo, al que espero haber correspondido», aseguró.

La presidenta saliente no consideró el lugar ni el momento los adecuados para repasar su gestión, pero sí manifestó que estos dos años «han demostrado que partidos diferentes pueden gobernar juntos con lealtad y voluntad de superación» algo que desde el principio «sabíamos que no sería fácil». Prometió a los alcaldes que como consellera de Cooperación Local seguirá trabajando a su lado.

En su lista de agradecimientos uno especial a la familia y unos versos para acabar su intervención porque si no, añadió, «no sería yo». En su despedida regaló a los asistentes la última estrofa del poema «If...», del autor británico Rudyard Kipling.