Los usuarios de la playa han retirado del agua numerosas rocas | Sergi Garcia

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A simple vista la playa de Son Xoriguer (Ciutadella) invita al baño. Hay arena, no hay algas, el agua está limpia... Sin embargo, después de extender la toalla, instalar la sombrilla y cumplir todo el ritual de cuando se va a la playa, y uno se dispone a darse un baño surge el problema: la orilla está llena de piedras, que impiden un baño tranquilo, sobre todo si hay niños por en medio, muy habitual en esta playa marcadamente familiar.

Son Xoriguer, también conocido como Es Platjals, siempre ha sido una playa donde han abundado en el agua las pequeñas rocas. Este año con los temporales del sur y la reducción de arena todavía se ha visto más afectada por este fenómeno. Afecta a la playa más grande, mientras que en el resto de calas más pequeñas de la zona no se ha detectado un mayor incremento de rocas.

Las quejas de los bañistas, transmitidas a los establecimientos de la restauración de la zona y a los servicios de playa, se han proliferado. Hasta el punto que el boca a boca advirtiendo de la situación ha hecho que la afluencia de bañistas a estas playas (y el negocio de las empresas) haya sido menor.

De hecho, los propios bañistas y usuarios de la playa ya han actuado por su cuenta, retirando del agua decenas de rocas y habilitando una especie de pasillo para poder entrar en el agua.