El proyecto de Meliá propone escalar la fachada que da al mar, pero mantiene la altura en su parte trasera

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Junts per Lô se suma a las críticas del GOB sobre el proyecto presentado por la cadena Meliá para reformar el hotel Milanos Pingüinos de Son Bou, pero da un paso más. La formación ve posible la paralización de esta iniciativa empresarial en los términos en que se presenta «utilizando las posibilidades de las normas urbanísticas que tiene el Ayuntamiento de Alaior para poder negociar y consensuar cuál debe ser la verdadera calidad turística de Son Bou» y mitigar, así, los excesos urbanísticos permitidos en esta zona de costa de Alaior. Junts per Lô pone sobre la mesa dos actuaciones posibles.

La formación ve «un contrasentido aceptar la renovación del impacto visual» cuando es la asignatura pendiente de los menorquines «desde el mismo momento en que se inauguraron los hoteles».

Es por eso que Junts per Lô propone al Ayuntamiento que apruebe inicialmente el PGOU antes de la concesión de licencia al proyecto de remodelación de los hoteles. Esta acción provocaría «la suspensión automática de licencias y la necesidad de encajar el proyecto con la normativa del nuevo planeamiento». Explica la formación que en el plan general de 2009, ahora anulado, las prescripciones de las alturas eran de planta baja más dos y que en el avance del Plan General, ya aprobado por unanimidad en junio del año pasado, se mantiene. El planeamiento de 2009 «recogía en esta zona la sensibilidad de Menorca, de ahí que se aprobaran estas alturas de forma expresa».

El proyecto, que ya ha entrado al Ayuntamiento, debe ser informado en un plazo máximo de tres meses. Además, la Ley de Ordenación y Uso del Suelo (LOUS) reza que la licencia urbanística debe concederse teniendo en cuenta la normativa aplicable en el momento de la concesión no en el momento de entrada del proyecto al Ayuntamiento. Estos dos aspectos permiten aprobar el PGOU antes de conceder la licencia. Y, por tanto, paralizarla en los términos que se plantea la reforma.

Con respecto al choque con la ley balear que ampara la ejecución del proyecto, la formación apunta que la excepcionalidad de la Ley de Turismo tiene unas limitaciones y una de ellas es la de las alturas, por lo que regiría la normativa municipal.

La formación agrega también que el avance del nuevo Plan General lleva un año aprobado, periodo suficiente para tener ya la aprobación inicial realizada. Si fuera el caso podría contratarse a un equipo externo por urgencia, indica. «La excepcionalidad sobrevenida lo justificaría». Y cabe tener en cuenta, agrega, que una aprobación inicial tiene unos requisitos pero sin el grado de exigencia formal de la aprobación provisional.

Junts per Lô plantea, no obstante, una segunda vía para evitar una reforma «de la que volver a arrepentirse». Se trata de la suspensión de licencias preventiva para esta área concreta de Son Bou, tal como ya hizo el Ayuntamiento de Alaior en mayo de 2015 en otros ámbitos de actuación. Ahora la pelota está en el tejado del Ayuntamiento.