TW
4

Coincidiendo con el plan de promoción de la Isla que la Fundación Foment del Turisme lleva a cabo, Raphael Kadushin, un periodista del diario americano «Wall Street Journal», pasó unos días por Menorca. A su vuelta al continente americano, ha escrito un artículo sobre su periplo por la «isla virgen». Un artículo subjetivo, algo confuso y con varios toques despectivos.

UNA EXTRAÑA PROMOCIÓN
«Mientras Ibiza y Mallorca atraen a la gente a las fiestas y al turismo, la vecina Menorca se empeña en permanecer intacta» es el título del articulo publicado el pasado 25 de julio en dicho medio.

Kadushin empieza hablando de Maó. Comenta que cuando uno pasea por las calles de la capital, puede ver a «niños chutando pelotas de fútbol en las plazas, hombres bebiendo la ginebra local en las terrazas de las cafeterías y tiendas repletas de souvenirs regionales». Una descripción que parece más propia de un país en vías de desarrollo.

También visita el Claustre del Carme y una tienda de 'espadrilles', típico zapato menorquín que, según dice, parecen «de payaso».

Su siguiente parada es Torretrencada, por donde Luis Ameller, un historiador local, ejerce de guía del periodista.
Una vez acabada la ruta por el poblado prehistórico que estuvo habitado hasta el final de la época romana, Kadushin llega a Ciutadella, una ciudad más «patricia y autosuficiente» que Maó.

Afirma que las calles de la ciudad son «estrechas y sinuosas» y que, al anochecer, «parecen desiertas».
A continuación, el periodista comenta que si bien el Palacio Salort permite «echar una ojeada al interior de una de las mansiones» de la Isla, «una vista mejor» es la que ofrece el Hotel Can Faustino.

Sentado en una terraza al lado del hotel, Kadushin observa «una curva de puerto», al que párrafos después tilda de «anciano». De los restaurantes del puerto, destaca el Café Balear y S'Amarador.

Este artículo se encuadra dentro de la campaña de la Fundación Foment del Turisme para reforzar las marcas Menorca Slow, Natural y Cultural, como destino de ocio y deporte, gastronomía y para mayores de cincuenta años.