Josep Carreres, Biel Janer y Pere Fraga, en la presentación del proyecto de restitución. | Gemma Andreu

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La Conselleria de Medio Ambiente del Govern ya dispone del proyecto de restitución de las dos balsas de la antigua depuradora de Ferreries y su entorno, un requisito imprescindible para que el Ejecutivo autonómicos inicie el expediente para exportar las 8.700 toneladas de lodos tóxicos fuera de la Isla que están depositadas en las lagunas. Será después cuando el Ayuntamiento podrá iniciar la restitución. El proyecto, está también sobre la mesa del Consell después de que éste se comprometiera verbalmente a asumir parte (la mitad) del coste de la restitución. La iniciativa que permitirá rehabilitar ambiental y ecológicamente este espacio costará entre los 60.000 y los 65.000 euros, ya contando el beneficio industrial, el gasto general y el IVA.

El proyecto, elaborado por el botánico Pere Fraga, y presentado ayer en el Ayuntamiento, pretende reconvertir estas dos lagunas en una zona húmeda en la que tengan cabida la biodiversidad y los valores ecológicos que caracterizan los ambientes acuáticos naturales. Además de mejorar el aspecto natural de la zona y fomentar una mayor diversidad de hábitats, también se habilitará el entorno para que pueda ser visitado y sirva de zona de descanso.

Las dos lagunas se alimentarán a partir del agua depurada procedente de la nueva EDAR que se bombeará (mediante un sistema que funcionará con energía fotovoltaica) hacia la laguna superior que, a su vez, pasará a la inferior aprovechando el desnivel que existente entre ambas balsas. En su interior se crearán pequeñas islas para que crezcan plantas acuáticas. Por otra parte, las balsas disponen de una geomembrana que hay que ocultar, tanto por motivos estéticos como de seguridad. Se ejecutará con la colocación de rocas y piedras, además de incluir una barandilla de madera y plantas palustres.

Se mantendrá un vial de servicio (por el área meridional del ámbito de actuación) y el resto de vías abandonadas servirán para la plantación de bosques de ribera (los que crecen a ambos lados de una zona húmeda). Entre las dos lagunas, que existe una caída de ocho metros, se plantarán acebuches para estabilizar el talud. Y además, en toda la zona del otro talud (hacia Migjorn) se plantarán encinas y acebuches para que sostengan y lo estabilicen.

El presidente de la Agenda Local 21, Biel Janer, aplaudía ayer este proyecto. «El planteamiento es genial», indica y recuerda que cuando el Govern propuso tapar los lodos, planteamos soluciones y una de ellas era esta restitución ambiental de la zona.

El Ayuntamiento de Ferreries agrega que lo ideal para completar el proyecto sería la recuperación de un tramo de 300 metros del Camí Reial que desapareció. Conecta la zona del Club Hípico con el camino a las depuradoras, lo que permitiría un «bonito recorrido» para llegar a la zona húmeda y de ocio.