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Su visita duró poco más de dos horas, pero aún tuvieron tiempo de molestar al resto de personas que este miércoles apostó por combatir el calor en Cala Pregonda. Según narran testigos presenciales, dos matrimonios y sus hijos llegaron sobre las 9 de la mañana a la zona de baño de la playa del litoral norte, donde fondearon el yate «Askatasuna» –con bandera francesa– a escasos metros de la orilla, pese a estar prohibido.

Su actitud afectó al resto de visitantes, que decidieron agruparse en el resto de la playa. Eloy S. Vizcaíno fue uno de ellos. Este miércoles explicó a «Es Diari» que «al colocar la cuerda que mantiene estable el barco en la misma arena ya mostraron poco respeto, como si fueran dueños de la parcela. Nadie quería nadar cerca de un yate. Luego se lavaron los dientes y limpiaron la vajilla en la misma agua, dejando todos los residuos. Me acerqué a ellos para mostrarles mi disconformidad y hasta me faltaron el respeto».

Las imágenes que acompañan a estas líneas prueban los acontecimientos descritos. El resto de bañistas no utiliza la parte de la playa donde está fondeado el barco y en la última imagen se ve a uno de los adultos enseñando el trasero a quien capta la fotografía.

Según apuntaron los usuarios concentrados en Pregonda, los pasajeros de la embarcación ocuparon hasta una cuarta parte de la playa y se marcharon de la cala sobre las 11 de la mañana sin que nadie les llamara la atención de manera formal.

Vizcaíno comentó que «soy veraneante de Menorca desde hace diez años y nunca me había encontrado con una situación de este tipo. Pensé en avisar a las autoridades, pero en la zona no había cobertura y la verdad es que no sabía a quién contactar».