Una niña en silla de ruedas sube a uno de los vehículos de transporte adaptado que operan en Maó. | Javier Coll

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La prestación del servicio de transporte adaptado para alumnos con discapacidad en este inicio de curso está siendo «caótica» según los padres, hasta el punto de que algunos alumnos han dejado de usar dicho servicio e incluso de asistir a clase debido a que las paradas establecidas están demasiado lejos para ellos -teniendo en cuenta que algunos tienen movilidad reducida-, y no todos los padres pueden llevar y traer a sus hijos de los colegios e institutos a diario.

Hasta el curso pasado los encargados del transporte, conductores y acompañantes, recogían a los alumnos en su propio domicilio mientras que ahora, en virtud de las condiciones de la nueva adjudicación del Govern, tienen que desplazarse -algunos en silla de ruedas-, hasta las paradas fijadas en la ruta; en el caso de Maó la plaza Explanada, el Cós de Gràcia, plaza Eivissa y Maria Lluïsa Serra son algunas de ellas. En Ciutadella tres familias utilizan el servicio sin problemas en la parada de la plaza Ampurdà, informó ayer el delegado de Educación en Menorca, Joan Marquès.

El propio alto cargo de Educación mantuvo recientemente una reunión con los padres y lamenta los problemas que están teniendo con la nueva empresa adjudicataria, Ambusam SL, que sustituye en el servicio a Cruz Roja. Pide disculpas y asegura que todas las incidencias están recogidas, agrupadas y remitidas a la Conselleria de Educación del Govern para que tome cartas en el asunto, lo que podría tener repercusión en el pago de las facturas a Ambusam, si no cumple lo estipulado en el contrato, o incluso llegar a motivar sanciones.

Actualmente son 17 familias en Maó y municipios próximos las que necesitan usar el transporte adaptado, seis con hijos escolarizados en el CEIP Mare de Déu del Carme, una en el instituto Joan Ramis, otra en el CEIP Maria Lluïsa Serra y nueve en el instituto Pasqual Calbó. Se quejan de que los vehículos no tienen la capacidad suficiente y de que algunos días viajan solos detrás, sin acompañante, y consideran que eso es arriesgado; pero sobre todo critican que el nuevo sistema de paradas es «ilógico», desconocen el criterio seguido para fijar la ruta pero, en todo caso, algunas de esas paradas están tan a desmano para los padres que algunos han optado por llevar a sus hijos en coche; aunque también hay alumnos que por falta de medios en sus casas no acuden a clase.

Paradas alternativas
Marquès explica que se ha consensuado con los afectados una nueva propuesta de paradas para la ambulancia. Incluiría puntos más proximos a sus domicilios, más cómodos para acercar a sus hijos, entre ellos, las calles del Carme, Sant Ciril y Gràcia, el Camí de Ses Rodees y la carretera de Sant Felip.

Educación introdujo el sistema de recogida y regreso a las paradas pero se puede modificar, siempre que no exceda del 15 por ciento de la ruta inicial en kilómetros. La nueva propuesta de paradas encaja y cumple esta condición, obtuvo la aprobación de la Conselleria y se remitió el 26 de septiembre a Ambusam, sin que de momento haya introducido los cambios en las rutas, que además habría que avisar con antelación a las familias. «Se le ha reclamado a la empresa que subsane las deficiencias pero aún no hemos obtenido respuesta», alegó Marquès.

Las cosas empezaron torcidas con el servicio, que debía haber comenzado el 13 de septiembre y no lo hizo hasta el 18. Además, en lugar de los tres vehículos con 10 plazas y capacidad para dos sillas de ruedas incorporó dos (uno en Ciutadella y otro en Maó) más pequeños, con cinco asientos y espacio solo para una silla. Ayer empezó a funcionar el tercer vehículo que estipula el contrato, confirmó Marquès, pero sin previo aviso a las familias. En cuanto a los acompañantes, que ahora ponen los centros educativos, el lunes 16 se prevé que ya trabaje el personal contratado con Adecco, señaló el delegado de Educación.