Mmartinyca mantiene el uso del neumático real de rueda reciclada para dejar huella sostenible. | Mmartinyca

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La aceleradora de empresas del empresario valenciano y dueño de Mercadona, Juan Roig, ha puesto el ojo en las abarcas de Menorca, en especial en la sostenibilidad y el respeto a la tradición que llevan por bandera. Una empresa que se dedica a la comercialización de estas sandalias características de la Isla ha sido seleccionada por Lanzadera, el proyecto de Juan Roig.

Mmartinyca no tiene sede en la Isla aunque el calzado «es elaborado cien por cien a mano en Menorca», explica su directora María Martínez, quien agrega que «el sello del Consell de Menorca acredita a nuestras fábricas de que producimos aquí y lo aseguramos con el sello en todos nuestros modelos».

Fue elegida por Lanzadera después de ganar el premio Yo Dona en Madrid, y desde entonces, el proyecto de Juan Roig ha sido «el trampolín para asentar los valores de un modelo de calidad total en nuestra empresa y han apostado por nosotros, por un modelo sostenible, donde vamos a contracorriente de la moda que actualmente marca un ritmo de consumo inmediato y low cost, donde prima el precio y no el valor del producto», relata.

El hecho de tener un socio como Lanzadera de Juan Roig, con el apoyo en la parte financiera, les ha permitido «validar diferentes canales y mercados fuera de España».

De hecho, Mmartinyca empezó comercializando las abarcas en Bali. «A veces toca irte fuera de España para que te valoren dentro» y después de unas pruebas on line «Bali aceptó de forma fenomenal nuestro producto». Y en 2013 abrió mercados on line en hasta nueve países como USA, Australia, Japón, España, Italia, Francia, Reino Unido, Singapur y Alemania.

A la pregunta sobre por qué producto menorquín desde fuera de la Isla, Martínez explica que «nuestra empresa vende on line y no tiene fronteras». Su misión, afirma, es dar a conocer este calzado originario y que gracias al boca a boca se genere riqueza en Menorca, con un calzado auténtico y una calidad única artesanal. Pretende, dice Martínez, que las familias de artesanos zapateros de la Isla puedan generar riqueza y mantenerse en el tiempo de forma sostenible.

Apuesta por hacer crecer todavía más la producción de abarcas en Menorca. Apunta que en la Isla «hace falta tejer una red integrada verticalmente de la industria, para que Menorca continúe en el tiempo como una cuna de calzado referente en España».

Explica María Martínez que «al principio hubo talleres que nos decían que no querían hacer algo para toda la vida, porque entonces nadie compraría más abarcas y no ganaban dinero» y agrega que «nuestra fórmula ha sido la contraria, elaborar el calzado, como antes se hacía, y que al menos dure más de diez años, con materiales de primera calidad. Y eso tiene un coste. Queremos que se recupere el valor del calzado, a día de hoy la gente confunde precio y valor».

Esta marca que se encuentra en la Lanzadera de empresas del dueño de Mercadona concluye que «necesitamos a Menorca para seguir empujando el proyecto».