La reforma integral supone escalonar la fachada y redistribuir el número de plazas. | R.L.

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El proyecto de reforma integral de los hoteles Milanos Pingüinos de Son Bou avanza al superar con éxito su trámite principal. El Consell da vía libre, turísticamente hablando, a la cadena hotelera Meliá Hotels al informar favorablemente sobre su reforma y ampliación, mantiendo la altura, parámetro que ha generado controversia. El informe técnico, preceptivo y vinculante, que analiza su adecuación a la normativa turística vigente, no detecta irregularidades en la documentación, por lo que cumple los parámetros que fija Ley Turística a la que se ampara este proyecto, en concreto, la disposición adicional cuarta.

Una vez el Consell ha informado sobre el proyecto, ahora regresa al Ayuntamiento de Alaior que es quien debe dirimir si cumple con los criterios urbanísticos y otorgar licencia si procede. «Alaior tiene la última palabra porque es un proyecto urbanístico», apunta la presidenta del Consell, Susana Mora. Por su parte, la alcaldesa Misericordia Sugrañes indica que serán ahora los técnicos municipales los que analicen y revisen toda la documentación para la licencia. Recuerda, no obstante, que la Ley Turística está por encima de todo planeamiento urbanístico, de ahí que considera que este informe favorable del Consell «deja atado al Ayuntamiento».

Mora indica que el informe constata que el promotor cumple con los parámetros que establece la ley, lo que ya se presumía. A pesar de ello, «lo hemos mirado con lupa». Aunque el proyecto camina y tan solo le queda superar el trámite urbanístico municipal, indica que no se rinde ni tira la toalla sobre poder minimizar el impacto. Y es que, tal como asevera, «el Consell no tiene nada que decir con el modelo turístico, sí sobre el modelo territorial que viene a consolidar y que no compartimos». Es por eso que, «seguimos trabajando con la promotora, Meliá tampoco ha cerrado la puerta». Mora agrega que «no nos rendimos de cara a futuras reducciones ni tampoco a medio plazo», en el caso de que aflore algún impedimiento urbanístico en los trámites que quedan a partir del cual poder actuar. Aunque lo cierto es que el margen es mínimo. Mora recuerda que minimizar el impacto está sobre el tejado de la promotora, porque los hoteles nacen conforme a ley. «El punto de partida era complicado, la disposición adicional cuarta de la ley aún lo dificulta más, pero seguimos insistiendo para proyectar de futuro una reducción del impacto».

La reforma integral que propone la cadena hotelera supone pasar de 600 a 526 habitaciones, de las que seis serán cuádruples y reducirá las 1.140 plazas actuales hasta las 1.064, con una redistribución de las mismas. Escalonará la fachada «para reducir el impacto visual», según la promotora.

El informe elaborado por el técnico del Consell constata que la ampliación tanto de la edificabilidad como de la ocupación no supera el 20 por ciento permitido (crecerá un 19,1 por ciento y un 9,9 por ciento, respectivamente). Tampoco hay aumento de la altura máxima existente. El visto bueno queda, sin embargo, condicionado a una serie de prescripciones menores. Además, tal como fija el informe, el Ayuntamiento deberá posicionarse sobre si el edificio está fuera de ordenación, aspecto sobre el que la alcaldesa de Alaior, Misericordia Sugrañes, ya avanza que no es el caso.