Los concejales de cinco municipios, el delegado de Educación y el conseller de Cultura, este viernes | Gemma Andreu

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Más coordinación a nivel pedagógico, incremento del volumen de horas de clase, armonización de las cuotas y mayor estabilidad jurídica son algunas de las ventajas que ofrece el nuevo contrato unificado de las escuelas de adultos, que en estos momentos están licitando el Consell de la mano de los ocho ayuntamientos. El lunes acaba el plazo para presentar ofertas y la intención de las administraciones locales es que sea efectivo para el inicio del próximo curso.

El conseller de Cultura, Miquel Àngel Maria, comentó que la vertiente pedagógica es la que más peso tiene en la valoración de las propuestas que se presenten. Además, se recoge la subrogación del actual personal de Serveis Educatius de Menorca, que desarrolla esta labor desde 2004, bien con concesión, bien con contratos puntuales de los ayuntamientos que acostumbran a recurrir a sus servicios.

El contrato también estipula que los cursos que abarca deberán tener un número mínimo de alumnos, que se ha fijado en siete. Las ratios máximas vendrán determinadas por la capacidad del aula, aunque algunas materias sí tendrán tope de estudiantes. Como criterio general, no podrán ser más de treinta.

En la presentación del contrato realizada este viernes, algunos de los representantes de los ayuntamientos destacaron el hecho de que mantendrán su autonomía a la hora de organizar los cursos, siempre ateniéndose a un número máximo de horas asignados y a la dirección pedagógica de los centros. Este volumen de clases se mantendrá durante los cuatro años, más de dos de prórroga del contrato, y solo podrá incrementarse mediante acuerdos entre municipios (cesión de horas) o una modificación del contrato, que por ley solo puede ser del 10 por ciento. El servicio se licita por 422.000 euros y 12.968 horas de clase al año.