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«Una chapuza letal para las arcas del Consell». Así es como califica el Partido Popular el sistema de anticipos financieros o bestretes puesto en marcha bajo la presidencia de Francesc Antich en el Govern y Marc Pons en el Consell «sin ningún tipo de cobertura legal» y que ahora ha creado «otro Cesgarden», al reclamar la Conselleria balear de Hacienda la devolución de 8 millones de euros a Menorca.

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Además se le niega al Consell el cobro de otros 8,5 millones de euros por lo que el saldo negativo para el gobierno insular es de 16,5 millones. El PP critica que ha sido el PSOE, a través de la consellera Catalina Cladera, el que «se ha negado a negociar con el Consell una solución que permitiera evitar liquidaciones negativas», aplicando, asegura, de forma unilateral el criterio de utilizar el método de cálculo de la Ley de Financiación. «Todo ello con la mirada cómplice de Més y Podemos», acusa el PP en una nota de prensa.

Para la oposición la «nefasta gestión del PSOE está generando un nuevo Cesgarden de 16,5 millones de euros para las cuentas del Consell de Menorca». El PP está de acuerdo con la presentación de un recurso pero advierte que «el daño ya está hecho» y que «la negociación política debió realizarse antes de la resolución» de la Conselleria de Hacienda reclamando el dinero.