«Costa Victoria». La embarcación (en la imagen, atracado en Palma) tiene previstas 18 escalas esta temporada en la Isla, de las cuales, de momento, siete se realizarán en Ciutadella y las otras once están programadas para Maó, aunque a expensas de las pruebas que se van a realizar en junio en un simulador

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Las dudas de los profesionales de la compañía a la hora de afrontar la maniobra de entrada al puerto de Maó y los inconvenientes de fondear en la bocana han llevado al crucero «Costa Victoria» a desviar a Ciutadella sus siete primeras escalas de la temporada. Las once restantes quedan en el aire, aunque de momento se mantienen formalmente previstas en Maó.

El caso del «Costa Victoria» es curioso. Cuenta con todos los permisos de Autoridad Portuaria de Balears para entrar hasta los muelles, puesto que cumple con los requisitos técnicos establecidos. De hecho, su eslora (253 metros) es sensiblemente inferior a otros cruceros que han entrado en el puerto de Maó, como el «MSC Opera», que alcanza los 275 metros. El año pasado Costa ya operaba en el puerto, aunque con un barco sensiblemente inferior.

No obstante, desde la compañía Costa no ven clara la maniobra (la eslora no es el único factor a considerar) y por ello ya avisaron de que optarían por fondear en sus 18 escalas inicialmente programadas esta temporada en Maó. El que más este año. Pero el fondeo acarrea no pocos inconvenientes para un barco que transporta unos 2.000 pasajeros. El recorrido, explican desde la consignataria Federico J. Cardona Trémol, entre el crucero y la ciudad se considera demasiado largo, más de tres millas. Además la operativa para realizar los traslados es logísticamente complicada, imposible con un mínimo de oleaje. Experiencias con fondeos recientes en la bocana así lo han demostrado.

La compañía ya informa en su página web de que, dentro de la ruta Mediterráneo Occidental, las siete primeras escalas del «Costa Victoria» en Menorca, desde el próximo martes día 29 al 10 de julio, se llevarán a cabo en el puerto de Ciutadella, donde también se tiene que fondear pero con un traslado de pasajeros a una distancia menor. Mientras tanto, entre los días 11 y 15 de junio, la empresa realizará una prueba en un simulador, junto con el práctico de Maó, para analizar de nuevo las opciones de entrada en este puerto. Será entonces, en función de los resultados obtenidos, cuando se decidirá el puerto en el que operará el «Costa Victoria» las once escalas restantes de la temporada.

Al respecto, el teniente de Alcaldía del Ayuntamiento de Maó responsable del puerto, Héctor Pons, expresó ayer sus esperanzas de que las pruebas que se van a realizar en el simulador en junio confirmen que los criterios de Autoridad Portuaria de Balears son válidos y por tanto el «Costa Victoria» puede amarrar en los muelles. «Es importante, porque este crucero nos interesa, nos interesan todos los cruceros que puedan entrar en el puerto de Maó», afirma el concejal.

Con estas siete bajas, y algunas más que se han producido por cuestiones como el mal tiempo, la programación de escalas de cruceros en el puerto de Maó para este año desciende hasta 106 (cuando empezó la temporada en marzo eran 115). Pero la gran preocupación del sector y las administraciones está en los dos próximos años. Para 2019 se contemplan 68 llegadas, incluso menos el ejercicio siguiente.

Ara Maó emitió este jueves una nota en la que la alcaldesa Conxa Juanola asegura que «se están poniendo las bases para diseñar políticas para que la actividad en el puerto de Maó sea dinámica y recupere el pulso». Según este comunicado, este trabajo pasa por potenciar la llegada de cruceros de pequeña y media eslora que, en su opinión, son más rentables económicamente.