Festa des Cavall. La fiesta de Ses Salines en Mallorca, que ya ha cumplido su vigésimo aniversario, en una imagen de agosto de 2016

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La Festa del Cavall, de inspiración santjoanera, se celebra cada agosto para cerrar Sant Bartomeu en el pueblo de Ses Salines, en la Part Forana de Mallorca. La Agrupació Cavallista de Ses Salines impulsa esta fiesta no ajena de polémica, porque a las voces que en la isla vecina cuestionan el negocio que realiza una asociación en principio sin ánimo de lucro, se une «el runrún» existente en el mundo del caballo en Menorca sobre la imagen que se transmite de esta fiesta tradicional. Tampoco se entiende el negocio que se hace en Mallorca mientras que jinetes menorquines han sido sancionados –como el caso en el año 2016 de tres caixers de Maó por acudir a Mancor de la Vall–, y han de elegir entre participar en este tipo de espectáculos o salir en sus fiestas patronales.

«Copian la fiesta al cien por cien, la vestimenta, el fabioler..., cobran y se lucran unos cuantos, en lugar de que acudan empresas menorquinas, con jinetes de aquí y el caballo autóctono, es una mala copia, se está arrastrando el nombre de Menorca, tendríamos que protegerlo un poco», comenta uno de los detractores de estos 'jaleos a la mallorquina'. Nadie quiere salir del anonimato, ni los socios críticos dentro de la propia Agrupació Cavallista de Ses Salines ni quienes creen que estas actuaciones «hacen daño a la fiesta» y opinan que sería mejor que clubes menorquines se beneficiaran del negocio.

Y es que el jaleo menorquín o el espectáculo de bots como también lo han renombrado, mueve dinero en la isla vecina. En el presupuesto de la Agrupació Cavallista de Ses Salines de 2017, según ha podido comprobar este diario, se contemplaban unos ingresos de 3.400 euros por dos actuaciones de este tipo. «No hay ninguna otra clase de actividad, se dedican a hacer jaleos como si fuesen una empresa mercantil», critica uno de los socios descontentos de la entidad.

En el mundo del caballo menorquín hay partidarios de proteger de alguna manera la fiesta y otros que opinan que, igual que en la Isla se celebran romerías andaluzas, en Oristano juegos parecidos a los de Es Pla de Ciutadella o que los Sanfermines se imitan en cientos de encierros a lo largo y ancho de la geografía española, es difícil prohibir que el jaleo se imite fuera de Menorca.

El responsable del Centro Ecuestre Equimar, Bartomeu Murillo, cuyos jinetes fueron sancionados por acudir a Mancor de la Vall, ha pasado página, pero asegura que esa decisión municipal en su día dañó su negocio, que ha tenido que reorientar, «cuando aquello no era un jaleo propiamente dicho ni ses corregudes, en Mallorca ahora se hace y está creciendo, veo difícil pararlo», comenta. Por su parte, en el Club Hípic Sa Creueta de Es Migjorn, que ofrece espectáculos y exhibiciones, aseguran que ellos ejecutan «números diferentes» al jaleo, actúan en la Diada de les Illes Balears en Palma, y por los videos que han visto de estas fiestas, no creen que las actuaciones de los cavallers de Ses Salines sean tan parecidas a la fiesta tradicional menorquina.