Vehículos de alquiler esperando a ser embarcados de regreso a la Península tras el fin de la temporada turística. | Javier Coll

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El Consell pretende poner límite a la llegada de vehículos de alquiler a Menorca, estudiar mecanismos para fijar una flota máxima para las empresas de ‘rent a car’, avanzar hacia la reducción del parque automovilístico y, en paralelo, incentivar la implantación de medios eléctricos de transporte. Son medidas incluidas en el alud de iniciativas del Plan de Acción de la Reserva de Biosfera que llaman especialmente la atención días después de que el Govern haya advertido de que la ley pionera que, previsiblemente a partir del próximo verano, permitirá al Consell de Formentera regular la entrada de coches a la isla no es extrapolable al resto del archipiélago balear.

En la línea de llamado proyecto Smart Island, que ya cuenta con una parte de financiación de la ecotasa, el Consell se marca como objetivo promover la conversión progresiva de la flota de vehículos de alquiler en eléctricos a través de convenios con las empresas, pero no se queda ahí y expresa su intención de «limitar la cantidad total de vehículos de alquiler que pueden importar», es decir, los que cada año se incorporan al parque insular de temporada provenientes generalmente de la Península, una práctica muy habitual que se ha disparado desde la irrupción de grandes multinacionales del sector de los ‘rent a car’.

Cupo de vehículos

La intención de poner freno a la presencia de coches de alquiler en la Isla queda todavía más patente en otra de las acciones del plan, la realización de un estudio (cuyo coste calcula en 12.000 euros) sobre los «mecanismos adecuados para el establecimiento de una limitación del número de coches de alquiler en relación a la puesta en marcha de otros mecanismos que den salida a la demanda». En la explicación de la medida atribuye «el alto índice de motorización de Menorca sobre todo a los vehículos de alquiler turístico».

El Consell se propone promocionar «los medios colaborativos de transporte», no solo para ofrecer esos mecanismos alternativos al uso de coches de alquiler, sino también para «reducir el parque de vehículos». En ese sentido, pone de ejemplo las iniciativas para compartir el vehículo privado en los desplazamientos al trabajo, los hoteles que ofrecen servicio de lanzadera entre le hotel y diferentes puntos de atracción turística y el aeropuerto y las empresas y colegios con servicio de transporte colectivo, así como cualquier iniciativa que fomente la alta ocupación de los vehículos.