Imagen tomada este verano de varios taxistas estacionados en la parada del aeropuerto de Menorca | Gemma Andreu

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El estudio elaborado por la consultora de transporte Cinesi a petición del Consell ha avivado la crispación en el sector del taxi de Menorca. La presentación del documento celebrada en la sede del Ejecutivo insular el martes con taxistas y administraciones municipales acabó como el rosario de la aurora. Las licencias temporales que este verano se han implantado en Maó han sido el detonante de una situación que nada gusta a otros municipios.

Este malestar ya se manifestó cuando el Ayuntamiento de Maó optó por atajar las quejas del verano con la implantación de licencias. El informe de Cinesi las mantiene durante un período de transición, pero algunos ayuntamientos dudan de que de aquí a cuatro años Maó reduzca estas licencias a las siete que plantea el estudio.

La crispación entre el sector es tal que los taxistas de Es Castell, Sant Lluís y Ciutadella ya han manifestado a sus ayuntamientos que quieren abandonar el área de prestación conjunta. En la zona centro no han trasladado esta petición, no obstante, el alcalde de Ferreries no descarta que se produzca algún movimiento por parte del sector de su municipio.

Esta decisión, que ningún Ayuntamiento quiere tener que tomar puesto que supone «un paso atrás respecto a los logros y mejoras» que ha supuesto, parte de la situación en la que se han encontrado este verano. El área de prestación conjunta permite, por ejemplo, recoger a un cliente en Ciutadella y descargarlo en el aeropuerto. En el caso de que no haya ningún taxi del municipio pueden recoger a otro cliente en el aeródromo. Pero con las licencias temporales, los taxistas de otros pueblos se han encontrado con que «el aeropuerto, que es el destino principal, siempre contara con taxis de Maó y por tanto tuvieran que hacer el viaje de regreso vacíos», coinciden en asegurar varios concejales críticos. Por eso, consideran que «si estando en el área conjunta no pueden aprovechar los viajes no tienen porque permitir que quienes vengan de Maó se beneficien de los traslados en sus municipios». No podrían recoger a clientes porque estarían fuera del área.

El concejal de Ciutadella Oriol Baradad apela al diálogo y que «nos volvamos a sentar para encontrar la mejor solución posible» ya que, tal como indica «a mí me sabe mal estar en estas circunstancias». Tanto Baradad como el concejal de Sant Lluís Remi Lora indican que los ayuntamientos no han tomado ninguna decisión en este sentido. «No conviene nada salir», apunta Lora. Aunque Baradad afirma que «se ha dinamitado el espíritu del área conjunta». Y echa en cara al Consell que el informe debería de haber llegado antes. Los taxistas de Maó «han marcado su terreno» lo que «ha acabado perjudicando el servicio», agrega.

Por su parte, el alcalde de Es Castell, Lluís Camps, indica que el problema debería haberse tratado desde el conjunto de la Isla y «Maó se desmarcó porque tenía un problema» y agrega que «ahora estamos peor que cuando comenzó la legislatura en cuanto a crispación». Indica que «el Consell no ha atendido las peticiones del sector y los ayuntamientos» y ahora contrata un informe que «llega tarde y es precario». Camps considera que este documento debía de haberse elaborado a principios de legislatura para tener una fotografía real de la situación y tomar soluciones en conjunto. Considera a su vez que la tecnología actual permite controlar los trayectos de cada taxi y «se podría realizar un seguimiento, y analizar por qué se rechazan determinados servicios cuando no son los más rentables y sancionar». Camps agrega que «con la tensión que hay ahora nos planteamos si seguimos o no en el área de prestación conjunta porque no se asumen los problemas con responsabilidad». Los taxistas de Maó tienen sus derechos adquiridos y la vigencia de las licencias temporales es de cuatro años, por lo que «es un parche porque no se ha cogido el problema por los cuernos y ahora obligará a seguir haciendo parches y dar pasos hacia atrás», lamenta Lluís Camps.

Oriol Baradad apunta a su vez que el informe de la consultora Cinesi habla de 39 licencias temporales y cree que el próximo verano se van a superar ya estas cifras. Se refiere, por un lado, a la voluntad del Ayuntamiento de Alaior de incorporar siete licencias temporales, tal como confirma el concejal Arturo Pons al respecto. Y a alguna más que se va a implantar en Maó tal como ya lo anunció en su día el Ayuntamiento. Las 27 eran un punto de inicio para solucionar un problema que tenía que resolverse con celeridad. Ciutadella indica que el estudio le otorga 13 licencias cuando sus cálculos iniciales están en 7 u 8, lo que representa un incremento del 30 por ciento respecto a las licencias fijas actuales. No obstante, esta implantación requeriría de un análisis previo de las necesidades. No se plantean de momento sacar licencias temporales.

La concejal de Maó, Maria Membrive, valoraba este miércoles que el informe reconozca la necesidad de disponer de licencias temporales, «iniciativa hacia la que hemos avanzado». Indica que no hay ninguna decisión tomada con respecto al próximo verano pero «tal vez sí que se podría sacar alguna licencia temporal más, las 27 estaban abiertas a que si funcionaban se sacara alguna más». Y con respecto al informe, reconoce que es un documento inicial sobre el que hay que trabajar aunque indica que «Maó no es el municipio que tiene más plazas turísticas pero, sin embargo concentra muchos servicios que hacen que venga mucha gente, deben tenerse en cuenta a la hora de establecer el número de licencias». Y no ha sido así. El informe de Cinesi le otorga, tras el período de transición solo siete. «Con las 27 licencias temporales ha funcionado, no ha habido los problemas del otro año, con siete no se si funcionaría», concluye.