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El municipio de Ciutadella es el que mayor presión turística sufre sobre su mercado de la vivienda, con 240 plazas vacacionales por kilómetro cuadrado, ha destacado la consellera insular Cristina Gómez el presentar el estudio «¿Hay gentrificación en Menorca? Turistización, vivienda y desahucios».

El estudio, elaborado por los geógrafos Sònia Vives y Onofre Rullán, subraya como dato preocupante que en 2016 (último dato del informe) se produjeron en la isla 66 desahucios de alquiler por vía judicial y un número indeterminado de «desahucios silenciosos», que es como han definido la no renovación de contratos de arrendamiento por subidas bruscas de precio.

En Ciutadella, muchos desahucios están ligados al alquiler turístico de viviendas, que mueve 1,5 millones de euros al año. En Maó, esta práctica se ha cuantificado en 0,5 millones de euros, según los autores del análisis.

Entre los datos que el estudio utiliza para sus conclusiones, sus autores han enfatizado el 0,95 de índice de correlación entre la oferta de Airbnb y los desahucios de alquileres en Ciutadella.

Esta cifra implica una clara presión turística sobre el mercado de la vivienda residencial, mientras que en Maó el análisis ha detectado síntomas de que se avanza en la misma dirección.

Vives y Rullán subrayan que desde que en 2011 plataformas de oferta de viviendas turísticas como Airbnb y Homeaway comenzaron a comercializar inmuebles en Menorca su oferta ha crecido rápidamente.

En mayo de 2017, Airbnb ofrecía 1.919 viviendas turísticas con una media de 119,9 euros la noche, movilizando un total de 18.345.602 euros en la isla.

Según el estudio, estas plazas estarían concentradas en el centro de Ciutadella, alcanzando las 240 por kilómetro cuadrados, doblando la densidad de los núcleos que le siguen como Maó y Binibèquer (Sant Lluís).

Maó y Ciutadella presentan los precios más bajos de Menorca, hasta 110 euros la noche, mientras que los precios más elevados por vivienda se concentran en zonas rurales o urbanizaciones.

La consellera insular de Vivienda, Cristina Gómez, ha recordado que el objetivo del estudio es hacer una diagnosis de la situación actual y ver sus repercusiones en el acceso a la vivienda.

La institución, ha indicado, continuará trabajando para mejorar las condiciones de acceso a la vivienda y ofrecer asesoramiento a aquellas personas que tienen problemas para acceder a un hogar.