En la Colársega se prevé mejorar y ampliar la parte del muelle con amarres de gestión directa.

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El anuncio de más oferta ha incrementado la demanda. En estos momentos, según la lista publicada ayer por Autoridad Portuaria de Balears, hay 193 embarcaciones de recreo (es decir, no profesionales con esloras inferiores a ocho metros) a la espera de un amarre en el puerto de Maó, lo que supone un incremento muy significativo respecto a las 123 barcas que aparecían en la misma lista a finales de julio del año pasado. En solo seis meses, los solicitantes de alguno de los amarres que gestiona de forma directa Puertos del Estado han aumentado un 56 por ciento, setenta peticiones más.

Tras un proceso de depuración inicial iniciado en 2016, la lista de espera bajó hasta 115 solicitantes en espera a inicios del año pasado. Se fueron atendiendo y, sobre todo, eliminando peticiones antiguas que no cumplían los requisitos o, simplemente, se habían quedado desfasadas. En la primera mitad de 2018 hubo un leve repunte de la lista, pero en el segundo semestre se ha disparado. Constan de este último periodo 74 peticiones registradas.

El boom más importante se produce a partir de comienzos de octubre, que es cuando trasciende que Autoridad Portuaria de Balears pone en marcha una serie de inversiones en el puerto de Maó que permitirán atender toda la lista de espera existente, y con creces. Desde entonces, en solo tres meses y medio, aparecen 47 nuevas peticiones. Las actuaciones en cuestión son la mejora del pantalán de la Colársega, una pasarela peatonal entre Cala Corb y Moll d’en Pons, así como una actuación en otra zona de Es Castell. En total, unos 200 nuevos puntos de atraque.