Un bloque de viviendas en construcción junto a la plaza Menorca de Ciutadella | Sergi García

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Menorca ha cerrado el año 2018 con un nuevo repunte en el número de operaciones de compraventa de viviendas. Las 1.782 transacciones que se han registrado en el último año, tras un incremento que supera al nueve por ciento en relación al año anterior, muestran el mayor nivel de dinamismo en el mercado en una década. Hay que remontarse hasta el año 2007, cuando todavía ni se atisbaba la llegada de la crisis, para encontrar un mayor índice de actividad inmobiliaria.

El registro oficial del Instituto Nacional de Estadística sitúa a Menorca como la única isla balear donde la actividad de compraventa sigue al alza, principalmente gracias al mercado de segunda mano. Mientras en territorio menorquín se han formalizado 157 operaciones de compraventa más que en 2017, en Mallorca las transacciones se han reducido en 320 (una caída del 2,6 por ciento) y en Eivissa y Formentera, en 303 (un descenso del 15,14 por ciento), rompiendo la tendencia de crecimiento de los últimos años.

Evolución

El mercado de transacciones inmobiliarias ha recuperado buena parte del terreno perdido por la crisis. Desde que la actividad tocó fondo en 2013, con un pobrísimo registro de 793 operaciones, el crecimiento ha sido constante hasta acumular un porcentaje del 136 por ciento en cinco años. No obstante es cierto que el ritmo de incremento se ha ralentizado. En 2017 y 2016 el aumento relativo de transacciones fue del 27,6 por ciento y del 18,5 respectivamente. Ahora la cifra porcentual ha caído hasta el 9,1 por ciento.

La compraventa de viviendas ha representado el 60 por ciento de las 3.074 transmisiones de derechos (cambios de propietario) que se han registrado sobre el parque de viviendas insular. Entre las otras modalidades de transmisión destaca el espectacular crecimiento que han vivido las donaciones desde que a mediados de 2017 se modificó la Compilación del Derecho Civil de Balears para extender a los menorquines las ventajas fiscales de la llamada herencia en vida.

El balance habla por sí solo. En 2017, y teniendo en cuenta que ya se había modificado la normativa a principios de agosto, el registro de donaciones fue de 22. En 2018 el número de personas que se han acogido a esta modalidad de transmisión de propiedad se ha situado en 170. En cuanto a las herencias tradicionales, se han registrado en el último año 597, la cifra más alta al menos desde 2007, año al que se remontan las estadísticas.