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La liturgia de la Semana Santa vivió este sábado por la noche uno de sus momentos más culminantes y gran significado con la celebración de la Vigilia Pascual, que conmemoró la Resurrección de Jesús.

En este oficio fueron bendecidos el nuevo fuego para encender el cirio pascual y el agua para el bautismo. Anuncia la Pascua de Resurrección. Es uno de los actos litúrgicos más importantes en el calendario cristiano, por el significado de los símbolos de la luz y el agua.

El obispo de Menorca, Francesc Conesa, manifestó, en la homilía pronunciada en la Catedral: «en esta noche santa resuena en toda la Iglesia el mensaje de la Pascua: !Jesucristo está vivo!, porque Jesús no es un ilustre personaje del pasado. Jesús de Nazaret vive para siempre. No hay que buscar entre los muertos a quien vive». Las parroquias y templos de la diócesis acogieron ayer noche la solemne celebración de la Vigilia Pascual, centro del año litúrgico. En el exterior se encendió el fuego nuevo con el que se encendió el cirio pascual.

La luz de Cristo

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El oficio en la Catedral, presidido por el pastor de la diócesis menorquina, se celebró de forma conjunta con la parroquia de Sant Francesc de Ciutadella. Nueve adultos se incorporaron a la Iglesia de Menorca al recibir en esta ceremonia el bautismo, la confirmación y la primera comunión. También fue bautizado un menor de edad. «Cristo vive y nos ilumina con su inmensa luz», proclamó el obispo Conesa, que añadió a continuación: «la luz de Cristo llena de sentido cada instante de nuestra vida, también cuando se hace presente en la vida el mal, el fracaso o el dolor. Toda la vida del hombre es iluminada por Cristo resucitado».

Señaló el prelado que «es lo que habéis descubierto los nueve catecúmenos que habéis pedido ser iniciados en la fe. Cada uno de vosotros tenéis historia muy distintas, pero todos en un momento de vuestras vidas o sentisteis llamados a la fe en Jesucristo». Francesc Conesa explicó que «saber que Cristo está vivo nos pone en camino. Si ha resucitado, nuestra vida entera tendrá como encontrarnos con él para gozar de su amistad y amor eterno».

Este domingo de Pascua, procesión del encuentro y ‘Deixem lo dol'

Este domingo de Pascua de Resurrección, la Iglesia celebra la fiesta central del cristianismo que conmemora la resurrección de Jesús al tercer día después de haber sido crucificado. Acaba el triduo pascual que empezó el Jueves Santo. La celebración se prolonga durante ocho días, hasta la Octava de Pascua. Esta jornada marca el final de la Semana Santa. Empieza el tiempo pascual, que acaba con el Domingo de Pentecostés.

En las parroquias de Santa Maria de Maó, el Roser de Es Castell, Sant Cristòfol de Es Migjorn y Sant Martí de Es Mercadal se celebra la Procesión del Encuentro. En Maó será presidida por el obispo Francesc Conesa. También pervive la tradición del canto del «Deixem lo Dol», mientras que en Sant Climent también se interpreta el canto de «la Regina».