Margarita Coll denuncia el desamparo de los afectados por TEA | Sergi Garcia

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Dos familias menorquinas con hijos afectados por trastornos de conducta se encuentran ahora mismo sin una alternativa residencial reeducativa en Balears y sin recursos suficientes para afrontar el coste mensual del centro de Barcelona, perteneciente a la red ITA, en el que recibían atención hasta ahora.

Margarita Coll, una madre de Es Migjorn Gran, ha querido hacer público su caso y denunciar «el desamparo institucional» que a su juicio padecen las familias con un niño diagnosticado de TEA (trastorno del espectro autista) en la Isla. Su hijo Pau, de 17 años, tiene diagnosticado dicho trastorno desde los 7, y en octubre del año pasado, después de varios ingresos en psiquiatría del Hospital Mateu Orfila y también en Son Espases, entró en el centro ITA Argentona de Barcelona, donde recibía el tratamiento adecuado pero a un precio (3.900 euros mensuales) que, sin ayuda pública es imposible de costear para esta madre, viuda y con otra hija de 13 años. Agradece no obstante el apoyo del Ayuntamiento de Es Migjorn, de la parroquia para algunos billetes y la solidaridad de sus vecinos.

Hasta finales de 2018 pudo pagar el centro privado gracias a que buena parte de la cuota la cubría el seguro escolar obligatorio pero en 2019 esa cobertura cesó, pese a que Pau está escolarizado en el instituto de Ferreries y su seguro escolar está vigente.

Por otro lado ITA Argentona, de la red ITA Salud Mental, sigue siendo un centro privado concertado, en el que jóvenes escolarizados con el seguro vigente gozan de la cobertura del ingreso en la residencia gracias a los acuerdos entre el INSS y su Comunidad Autónoma, confirmaron ayer a este periódico. No es el caso de los menorquines.

La Conselleria balear de Salud no tiene recursos residenciales para este tipo de trastornos de conducta, «no están en la cartera de servicios», asegura Oriol Lafau, coordinador autonómico de salud mental, quien remite a los Servicios Sociales y añade que lo más parecido al centro de ITA en Mallorca es la red de Amadiba, pero las dos plazas concertadas por el Consell con dicha entidad «están llenas». Son plazas para adolescentes tutelados por la Casa de la Infancia. El Consell de momento tampoco ha respondido a la demanda de ayuda pública de esta madre, aunque ayer la consellera de Bienestar Social, Maria Cabrisas, manifestó que conoce la situación y subrayó que se están realizando gestiones para resolverla.

Mientras tanto, la presidenta de la asociación TEA Menorca, Mónica Llera, no entiende por qué niños y jóvenes de otras autonomías, como Valencia o Aragón, sí cuentan con la cobertura, a través del seguro escolar, para continuar en ITA y los menorquines, ya que no hay centros de este tipo en Balears, no. «Es un problema social», afirma, al tiempo que asegura que siguen recabando información para conocer por qué el seguro para los alumnos de las Islas (desde tercer curso de ESO hasta los 28 años) no incluye este tipo de ingresos. «Queremos ver qué incluye y qué no para sacarlo a la luz», señala. Llera se queja también del desinterés de las instituciones. «Servicios Sociales y el IB-Salut dan largas, pero las familias llevan meses soportando el coste económico y estos chicos están en situación de vulnerabilidad».