Árboles derribados por el episodio meteorológico del pasado 28 de octubre, en la finca de Santa Catalina | Manolo Barro

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El Consell acaba de aprobar la convocatoria de ayudas dirigida a compensar los daños ocasionados por el cap de fibló de octubre de 2018 a los titulares de explotaciones agrícolas. Esta línea de subvenciones se publica ahora, cuando faltan tres semanas para que se cumpla el año de este fenómeno climático. Ni los llocs ni las empresas como tampoco las viviendas que padecieron consecuencias materiales han percibido aún las cuantías que Consell y Govern reservaron para hacer frente a los desperfectos.

La línea más avanzada es la dirigida a las empresas que sufrieron las consecuencias del apagón eléctrico. En este caso, el conseller de Economía y Territorio, Miquel Company, informa que hay un par de expedientes que están a la espera de aclaración, pero una vez se les pueda dar trámite se resolverá la convocatoria y, por tanto, se pagarán las ayudas. Está en el tramo final para su concesión. Cuenta con un presupuesto de 100.000 euros.

Por su parte, la línea destinada a cubrir los desperfectos del cap de fibló en viviendas, también se está ultimando. Todos los expedientes están valorados. En este caso, la cuantía de 200.000 euros, procedía del Govern.

Finalmente, la convocatoria que el Consejo Ejecutivo acaba de aprobar y que se destina a las explotaciones agrícolas va un paso por detrás. Y es que, la convocatoria debe ser revisada por Europa, ya que está afectada por la ley de minimis. Y una vez se obtenga la autorización de las bases, la convocatoria se publicará en el BOIB para darle trámite. Company señala, no obstante, que todo el trabajo de valoración está realizado. El Consell ya dispone de un censo de fincas afectadas y de las declaraciones de daños, que han sido verificados y cuantificados por el departamento. De ahí que confíe en que una vez se publique la convocatoria, la tramitación será ágil y de más fácil resolución. Se reservan 200.000 euros.

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El Consell espera que antes de que acabe el año las ayudas puedan estar resueltas y justificadas.

El conseller es consciente de que ha pasado casi un ejercicio desde que aconteció el fenómeno, aunque indica que no se han superado los ‘tempos’ habituales. Las convocatorias con bases ya redactadas y consolidadas llegan a tardar un año entre que se aprueban y se pagan. En este caso, hay que añadir el hecho de que las bases tuvieron que redactarse de cero. Y también apunta que la realización de los censos de las fincas afectadas ha sido una tarea complicada.

Distinto es el caso de las aseguradoras. La Asociación de Mediadores de Seguros informa que a nivel particular la práctica totalidad de las empresas lo tiene resuelto y cobrado.

La patronal Agrame avanza que remitirá al Consell un escrito para conocer en qué punto del proceso están las ayudas y qué criterio se seguirá para realizar el reparto. Informa que los afectados hicieron una declaración de daños, el Consell remitió una propuesta de valoración. Y aquellos que no estuvieron de acuerdo alegaron. Algunas fueron aceptadas. Pero ya no han recibido más información. Están molestos con el retraso que acumula la convocatoria. Hay fincas que han arreglado los desperfectos más urgentes.