En Menorca en octubre había 531 trabajadoras dadas de alta como empleada de hogar. | Josep Bagur Gomila

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El 1 de enero de 2012 entró en vigor una modificación de la legislación, complementada con otra de abril de 2013, que incorporaba a las empleadas de hogar al régimen general de la Seguridad Social con un sistema propio de cotización. El objetivo era que aquellas trabajadoras que se dedicaban a la limpieza de las casas, la mayoría por horas y al margen de la legalidad, pudieran cotizar. Se establecía la obligatoriedad de la persona que las contrataba a dar de alta a la limpiadora siempre que su jornada fuera superior a las 60 horas mensuales. Si eran menos, tenía que ser la propia trabajadora la que se inscribiera.

Con estos cambios, acompañados con campañas para regularizar un sector que mayoritariamente se ha movido en la economía sumergida, afloraron numerosos contratos y el número de empleadas de hogar dadas de alta repuntó notablemente. Sin embargo, con el paso de los años, el número ha vuelto a niveles parecidos de antes de la entrada en vigor de estos cambios, lo que evidencia que estos no han acabado de funcionar. Se trata de una tendencia que se experimenta en toda España, e incluso desde el Ministerio de Trabajo reconocen que muchas de esas empleadas de hogar que se dieron de alta, han vuelto progresivamente a la economía sumergida, aunque por razones obvias es difícil cuantificar este transvase.

En Menorca, según los últimos datos disponibles de afiliación (de octubre), hay 531 empleadas de hogar dadas de alta. Son 49 menos que un año atrás, con un descenso del 8,5 por ciento, cuando la caída de afiliados en el régimen general en ese periodo es del 0,75 por ciento y no baja en otros regímenes específicos como el agrario o el del mar.

Si se compara con años atrás son 174 menos que en octubre de 2016 (-24,7 por ciento) y hasta 320 menos que en 2013, cuando tras la entrada en vigor de los cambios legislativos se alcanzó récord de afiliadas (851). En estos seis años las cotizaciones de empleadas de hogar han bajado un 37,6 por ciento.

El último dato de octubre revela que Menorca no registraba un dato de empleadas de hogar afiliadas tan bajo desde julio de 2012 y se constata que el sector está al mismo nivel de cotizantes que antes de la reforma.

Los motivos

Las causas son múltiples, pero todas pasan por lo mismo: no sale rentable afiliarse. «En 2012 se pensó que era positivo, y empezaron a cotizar, pero al ver que se mantenían unas condiciones que tampoco les era muy favorables, y que no les daba la rentabilidad esperada con el salario que tenían, o bien regresaron a la economía sumergida o se buscaron otro trabajo», expone María Llanos, secretaria sectorial de Limpieza de UGT-Balears. «Es un tipo de trabajo con mucha incertidumbre, se trabaja por horas, sin un salario asegurado, lo que hace que muchas trabajadoras hayan acabado por buscar otro empleo», añade el secretario de CCOO -Menorca, Antonio Soria, que apunta otra causa: «También influyen los salarios del resto de la población. El poder adquisitivo de los ciudadanos ha bajado, lo que ha podido pasar que muchos hayan prescindido de este servicio».

No ha ayudado tampoco la subida del salario mínimo, que en enero aumentó a 900 euros, ya que ello por un lado implica que les hayan tenido que subir el sueldo (proporcionalmente a las horas contratadas) y por el otro aumenta la cotización que deben pagar empleador y empleada, con lo que al final una de las dos o las dos partes prefieran volver a los pagos en negro o directamente romper la relación laboral. Lo reconoce la propia responsable de UGT, aunque matiza que no se trata de la causa más influyente, ya que la subida del salario mínimo es desde enero, y las bajadas de afiliadas se suceden de forma progresiva mes tras mes, desde hace ya más de cinco años.